Recordando a Mamá Maquín en el centenario de su nacimiento
0Por Luz Méndez y Redacción CMI Guate.
El 29 de mayo de 1978 ella encabezó una marcha en reclamo de tierras, la cual fue reprimida por el ejército de Guatemala y culminó con la masacre de Panzós.
Adelina Caal, mujer q’eqchi’ conocida como Mamá Maquín, es un personaje legendario por sus luchas a favor de la tierra y contra la explotación económica. Nació en 1915 y, junto con su familia, se desplazó de Carchá hacia el Valle del Polochic en busca de tierras, donde obtuvieron un terreno en la finca La Soledad, Panzós.
En Panzós Mamá Maquín desarrolló un fuerte liderazgo en las movilizaciones campesinas por la tierra, a la vez que promovió la organización de las mujeres y su participación en estas luchas. Impulsó también actividades culturales del pueblo q’eqchi’. Por todo esto, ella gozaba de reconocimiento y liderazgo en las comunidades campesinas de la región. El 29 de mayo de 1978 Adelina Caal encabezó la marcha que culminó con la masacre de Panzós, en la cual perdió la vida.
Para honrar la memoria de Mamá Maquín, actualmente lleva su nombre una organización de mujeres indígenas y campesinas, quienes son retornadas del refugio en México durante el conflicto armado, y, junto con otras organizaciones, han sido pioneras en la lucha por el derecho de las mujeres a la propiedad y la copropiedad de la tierra.
A 37 años de la masacre de Panzós ((Información tomada de la Fundación Rigorberta Menchú))
Hoy se cumplen 37 años de impunidad y olvido por parte de la justicia guatemalteca, de la Masacre de Panzós, ocurrida el 29 de mayo de 1978, en el municipio de Panzós, Alta Verapaz. Cuando ocurrió la masacre, los sobrevivientes huyeron sin dirección, unos por las montañas, otros por el río, luego murieron de hambre y también ahogados por el sobre peso de las lanchas que usaron para huir inmediatamente por el caudaloso río Polochic.
En la tarde del día de la masacre, autoridades municipales ordenaron levantar los cadáveres que habían quedado esparcidos en la plaza frente a la sede municipal. Miembros del Ejército los arrojan dentro de la palangana de un camión de volteo de la Municipalidad, para ser trasladados a un lugar cercano al cementerio público. Con un tractor cavaron una fosa donde colocaron los cuerpos de 34 personas. Al día siguiente, algunos campesinos fueron obligados por el Jefe de la Policía Municipal, Edeliberto Asig “El Canche”, a inhumar el cuerpo de una persona que murió en el Centro de Salud, también víctima del suceso.
Luego de la masacre, Panzós quedó ocupada por el Ejercito, instalando un destacamento militar en la cabecera municipal. Después de esta masacre, el ejército perpetró en distintos lugares del país, 626 masacres, que fueron documentadas por la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, de las Naciones Unidas