Los impactos de una contaminación que se pretende ocultar
0Esperaban la llegada de la prensa para denunciar lo que ellos y ellas le llaman “contaminación y daño de la empresa Latin American Resources (LAR)”. Quienes denuncian eran mujeres y hombres campesinos que sobreviven de la producción agrícola y agropecuaria.
Al llegar a la comunidad de San Benito Uno y después de una breve introducción de las autoridades, solicitaron documentar una contaminación ambiental. A pocos metros de llegar al sitio, uno de los habitantes clamó: “Allí está el pozo petrolero donde proviene la contaminación,” señalaba un centro de depósitos de desechos petroleros, ubicado en la parte lateral de una instalación de la empresa. “Mira cómo están los árboles, se están secando porque el petróleo pasó debajo de sus raíces” continuó. Procedimos algunos pasos, de pronto mostraron un riachuelo dañado por el petróleo. Uno de los jóvenes se dirigió a levantar, con un recipiente improvisado, el agua negra y mostró ante la cámara el crudo contaminante. “Esto nos puede matar, pronunció, no puede ser, éste río llega a la comunidad, más abajo el agua está muy aceitosa”, resaltó este joven.
Foto: Rolanda García.
Lo anterior es parte de algunos testimonios de habitantes, de la región de San Benito Uno, municipio de Cobán, departamento de Alta Verapaz, afectados y afectadas, por una fuerte contaminación petrolera, que según dicen inició hace dos semanas. Dan cuenta que el agua no es el único problema, el petróleo ha secado varias plantas nativas, uno de los pobladores con ramos de cultivos en las manos evidenció los daños a sus cosechas, otros mostraron árboles y hierbas marchitadas. Destacan que, en años anteriores, la empresa tenía depósitos específicos para almacenar los desechos líquidos, sin embargo, esta vez expulsó de manera directa el petróleo, relatan. El espeso se percibe a flor de tierra y una pestilencia que reunía insectos. Otro habitante propietario de un potrero para ganado vacuno manifestó su preocupación por la vida de las reses que también consumen agua del arroyo contaminado.
Luego de dos horas de documentar testimonios y el sitio donde fue vertido el contaminante, algunas autoridades comunitarias y habitantes no quisieron despedirse de la prensa no si antes mostrar el lugar donde lavan las mujeres. Consiste en un arroyo que conecta el llamado Río Las Mulas y temen que esta contaminación llegue al Río Icbolay, que se desemboca en el Río Chixoy. Allí la vida acuática ha desaparecido, lo salado del agua los ha asesinado, dicen. “Las mujeres cuando venían a lavar, los peces llegan con ellas y las picoteaban y agarran cualquier comida que tiran en el agua, pero miren ahora ya no queda ningún animal”, recalcó otro denunciante. “El jabón se resbala en el agua, tenemos miedo a morirnos o enfermarnos, por eso nosotras las mujeres hemos abandonado este lugar”, agregó una afectada. Cuentan las mujeres que para evitar daños en la salud se han trasladado a otro sitio para realizar el aseo personal, sin embargo, temen que al no detener el fluido petrolero el río donde actualmente acuden podrá ser contaminado.
Era evidente la preocupación de los habitantes, pero desde el día en que iniciamos a documentar la denuncia tres llamadas de personas, que han preferido no identificarse, han insistido tajantemente a que no se dé a conocer los testimonios y evidencias sobre esta contaminación, debido a la exigencia de la empresa, según relatan. Mientras tanto otros pobladores han llamado y exigen que se haga público porque temen una posible muerte o complicaciones en la salud.
Dan cuenta los denunciantes que quienes buscan ocultar esta verdad son algunos integrantes del Órgano de Coordinación del Consejo Comunitario de Desarrollo -COCODE-, de San Benito Uno, que mantienen vínculos laborales con la empresa y reciben presiones de Latin American Resources. Hasta el día de ayer un mensaje de texto recibido a altas horas de la noche solicita enviar esta información a las autoridades ambientales y derechos humanos para una inmediata intervención, están preocupados por la falta de acciones concretas del Órgano de Coordinación del Consejo Comunitario de Desarrollo, que se resiste a cumplir la demanda comunitaria, inclusive esta máxima autoridad se ha dividido, escribió el habitante.
Foto: Rolanda García.
Latin American Resources (LAR), es una empresa que fundó el canadiense Michael Realini, a partir de la adquisición, en 2012, de las acciones de la canadiense Quetzal Energy, anterior socia de Petro Latina, empresas extranjeras vinculadas a Realini, las cuales comenzaron a operar el contrato de los pozos Atzam, hace más de una década, en la zona adyacente del Parque Nacional Laguna Lachúa, en Cobán, Alta Verapaz. LAR es dirigida por los ex directivos guatemaltecos de Quetzal Energy: Michael Realini, Presidente y Director Ejecutivo y Luis Arturo Wug, Director de Operaciones. Otro de sus directivos es el estadounidense Gregory Charles Smith, de quien se sabe contrajo matrimonio con Zury Ríos Sosa, máxime dirigente del partido político VIVA.
Nota: Queda bajo nuestra responsabilidad periodística la divulgación de este hecho y pedimos a las personas afectadas por esta publicación, su comprensión sobre nuestra labor periodística a no ocultar la verdad.