¿El modelo educativo vigente se ha agotado?
0Por: Rubén Eduardo Mendoza García,
PRODESSA, CEAAL ((publicado originalmente en la edición 499 (octubre) de la revista América Latina en Movimiento, de ALAI, en coedición con CEAAL, disponible en versión electrónica La edición 499 (octubre) de la revista http://alainet.org/publica/alai499w.pdf ))
El modelo educativo actual que se desarrolla en nuestra Latinoamérica y el mundo, responde al modelo económico y político de acumulación que en los últimos 25 años ha aumentado la riqueza en manos de un menor número de personas, donde el 1% de las familias del mundo posee el (46%) de la riqueza mundial ((Informe de OXFAN, Gobernar para las Elites, enero 2014)).
Con sus claras excepciones en Latinoamérica, especialmente en el Sur donde hay esfuerzos importantes para cambiar las grandes desigualdades sociales que imperan en el mundo.
Lo anterior nos puede ir ubicando en que el modelo educativo vigente en nuestros países, realmente no está agotado, al contrario cada vez que se reforma ó reformulan las políticas dentro de nuestros países para “fortalecer el sistema educativo”, este se regenera y se hace mucho más funcional para sostener el modelo de acumulación de riqueza, es decir para la óptica de las elites económicas en nuestra región, el modelo les sirve, además les permite mantener su dominio ideológico en la mente de la gran mayoría de la población, que aunque sabe que tiene derechos inalienables y lucha por ellos, no cambia el modelo económico por lo que no cambiara radicalmente las condiciones de exclusión, pobreza y marginación que son el alimento que da sustento al modelo económico dominante.
Pero veamos algunas cifras que nos van dando la idea del porque afirmo que el sistema es funcional a las elites económicas. Los datos en Latinoamérica nos dicen la tasa de matriculación para la niñez en edad de la primaria anda por el 95%, mientras que para la secundaria, el resultado es de un 73%, si vemos los años de escolaridad alcanzados vemos que para Argentina están en 10.5, y Panamá el referente centroamericano 9.2, si cruzamos estos datos con los relacionados al empleo que según el sociometro del BID, actualmente un 54% de la población tiene empleos informales, en relación al 30% de inicios de los años 80.
Podemos confirmar que hay cambios en el mundo laboral que es el que le produce riquezas a las elites económicas y también se puede decir que el sistema educativo solo prepara a las mayorías para tener algún grado de información y formación que le permita ser parte de ese ejército de reserva que se mantiene en la informalidad, a la espera de una “oportunidad” para subir a la formalidad que solo se da cuando las familias “elites” dueñas de las grandes empresas y medios de producción, retiren o despidan a los contratados para no pagar prestaciones y busquen renovar las plazas de trabajo formal, este es un ciclo funcional y perverso que le permite a los dueños de las empresas mantener los salarios al mínimo.
Veamos el caso de Guatemala, el estudio de la Unión Europea y el Ministerio de Educación señala : “Que el 73% de jóvenes trabajan sin contrato, labora más de 48 horas semanales y el 40% gana menos de un dólar diario, en tanto que el 62% gana menos que el salario mínimo”. Pero ¿Cómo lo permitimos? O ¿cómo se mantiene este sistema excluyente y desigual?, según uno de los resultados obtenidos en 2011 en localidades rurales de Guatemala por el IEH ((IEH Instituto de Estudios Humanísticos de la Universidad Rafael Landivar de Guatemala)). “el tipo de educación y las formas en que se está implementando en las instituciones del diversificado, está produciendo un sujeto estudiantil que se transformará en fuerza laboral útil dentro del esquema económico vigente en el país…”
Es decir que aunque los bajos niveles de educación están vinculados directamente con la falta de acceso al empleo formal, a la pobreza y a los problemas sociales, también podemos observar que las élites económicas lo aplauden y respaldan pues a ellos (las élites) les va muy bien en su óptica de acumulación de riqueza y de dominación de la mayoría de la población que está bastante convencida de que este es el único modo de vivir y producir o tiene miedo a sublevarse al sistema pues también el dominio de las elites no solo es ideológico sino también represivo.
Esta forma de ver y vivir en el mundo que promueven las Elites en los Estados y Naciones, y aceptado por los pueblos, nos lleva a otras grandes problemáticas por la irracional depredación y destrucción del ambiente natural, que pone en riesgo incluso la propia sobrevivencia de la especie humana por lo que es necesario buscar soluciones a las problemáticas globales que son también locales, a través de una educación que desinstale en la mente de los pueblos este modelo de vida, y permita crear nuevas relaciones económicas, sociales, culturales y ambientales.
¿La educación popular es una alternativa?
La educación popular si puede llegar a ser una alternativa, es necesario que las y los educadores populares podamos comprometernos a fondo con generar una apuesta pedagógica y política en dialogo con los pueblos que permita desestructurar el modelo educativo actual y que permita a las y los educandos la posibilidad de generar pensamiento crítico, de leer y reinventar el mundo como lo dice Paulo Freire.
Esta tarea no solo puede ser vista en una acción en las periferias de los procesos de aprendizaje, es decir no solo se pueden generar procesos educativos desde la EP, fuera del sistema “formal” , se hace necesario y urgente también iniciar a fisurar el modelo de aprendizaje actual y sustituirlo por otro que permita generar conocimientos, aprendizajes, formas de ver el mundo diferentes a las actuales y sobre todo de mayores elementos de análisis, movilización, organización y acción a la los pueblos para que esta pueda ser la fuerza detonante que de el golpe definitivo al modelo vigente y construya colectivamente otro.
Entonces es necesario fortalecer dos (2) grandes tareas: la primera es continuar tejiendo mucho más las redes y alianzas entre distintos y diversos movimientos sociales y que estos a su vez puedan profundizar en sus conocimientos y aprendizajes sobre el mundo actual pero sobre todo en la creación teórica , científica, viable de ese otro mundo posible , es decir no basta con decirlo y soñarlo en términos generales , es necesario identificarlo, hacerle sus trazos, descubrirlo e irlo concretando en la práctica. A ello la Educación Popular esta llamada con sus distintas experiencias a ponerlas al servicio de esa construcción y consolidación de otro mundo posible.
La segunda tarea es la necesaria incursión en los sistemas educativos actuales, que como ya se dijo configuran un aprendizaje funcional a las elites económicas y el pensamiento dominante, por lo que iniciar a fisurar el sistema también desde dentro, es necesario pues es allí donde a las nuevas generaciones se les condiciona a pensar, sentir, actuar de la manera en que a las elites les conviene. Acá es necesaria una aclaración importante, el hacer trabajo de fisura el sistema educativo actual, no es un llamado estricto a convertirnos en funcionarios públicos de los ministerios de educación, sino a generar propuestas alterativas, acompañamiento pedagógico a maestros para dotarles de otras herramientas que permitan construir pensamiento crítico, a pensar desde el propio Ser, pero que cada espacio de educadores y educaras populares pueda ir diseñando su estrategia de fisura, según sus propios contextos y lecturas de la realidad y la posibilidad del hacer efectivo este reto.
Para finalizar estas dos últimas apuestas desde mi perspectiva, conllevan a otros dos elementos importantes, el de tener la claridad de que se hace necesario este trabajo en ambas direcciones para desmantelar el sistema educativo y aportar a la construcción de otro mundo posible y que debe hacerse en un proceso organizado, pensado y creado en un diálogo permanente con los movimientos sociales diversos que hacen la lucha por los derechos humanos, la defensa del territorio y la vida en nuestra actual Latinoamérica.