Los ciclos de los dinosaurios
0Por Edgar Batres – Asesor Bancada Winaq
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.”
Augusto Monterroso
En el imaginario de la sociedad guatemalteca existe la persecución política como una constante, es perseguido quien reivindica y hace ver las condiciones como opera la corrupción e impunidad. La historia guatemalteca está marcada por el trabajo de los cuerpos represivos del Estado y hemos aprehendido a conocer cómo los grupos de poder, económicos y políticos operan, tal como lo ha demostrado la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala CICIG. Ahora sabemos cómo estos actores represivos actúan paralelamente a los que ejercen el poder en los organismos del Estado.
En los últimos años las tácticas utilizadas han sido la criminalización de los defensores sociales, identificados con las más legítimas reivindicaciones sociales, la defensa del territorio y recursos naturales, entre otras luchas. De esta cuenta, el Estado de Guatemala ha usufructuado ilícitamente territorio, recursos naturales a empresas transnacionales, eso sí con todos los derechos contractuales a favor de éstas, lo que ha implicado todo tipo de privilegios, entre las empresas favorecidas están las dedicadas a la explotación petrolera, ferroviarias, minería, hidroeléctricas, espectro electromagnético, comercialización de la energía eléctrica, servicios portuarios y aeropuertos y lo que ahora está en proceso penal el caso TCQ.
El denominador común de todas estas prácticas anómalas que han entregado los bienes públicos, sin ninguna reserva que salvaguarde los derechos del Estado, dejando desamparados a los que se benefician con los servicios que se prestan por estas empresas que sustentan criterios de “iniciativa privada” alardeando de ser eficientes, eficaces y con un alto grado de calidad, lo cual es una falacia empresarial, al menos en este país.
En ninguno de los contratos expuestos, existen clausulas de control, evaluación, supervisión, calidad y de responsabilidad empresarial, sin embargo están exoneradas de todo tipo de impuesto y gozan compensación por inversión, vaya negocios los que han realizado, los cuales tienen el sello de ilegalidad, corrupción e impunidad arremetiendo en contra del artículo 120 constitucional.
Estas condiciones hacen que existan organizaciones y dirigentes luchando contra estas anomalías, por el respeto a los intereses del Estado vulnerados y es cuando aparecen los dinosaurios fincados en los aparatos de represión legales y para el caso de Guatemala los ilegales o paralelos, quienes cuentan con instrumentos especializados para las escuchas, seguimiento y manejo de las redes sociales.
Estos hechos vienen acompañados por la creación de figuras delictivas, argumentado una legalidad que sirve a la nueva consciencia penal, protegiendo los intereses del capital transnacional, figuras delictivas como la “inducción a la rebelión, terrorismo, sabotaje, apología del delito, entre otros ataques o resistencia a la autoridad pública”.
Esta forma de represión del Estado instaurada para proteger los intereses de la inversión extranjera en Guatemala, se han convertido en una práctica cotidiana. Lo vimos en el caso de los compañeros recién liberados de Huehuetenango quienes estuvieron recluidos 16 meses en condiciones de vulnerabilidad e irrespeto a su dignidad, tratados como delincuentes, comunes y miserables, porque ahora ya hay quienes no son ni comunes ni miserables, sino que les crearon “cárceles” especiales a su posición de ascensión social producto de la apropiación del erario nacional o rango militar.
Dirigentes sociales criminalizados, que no cometieron delito alguno, logrando su libertad por falta de merito de las acusaciones en su contra, pero mientras estuvieron recluidos sus familias y comunidades vivían en zozobra, bajo vigilancia y persecución; o el caso paradigmático de la PUYA en San José el Golfo, Guatemala, en donde después de años de lucha los tribunales resolvieron, que efectivamente, la minera operaba ilegalmente y violentando el Convenio 169 de OIT.
Actualmente existe toda una campaña de desprestigio e intimidación, en contra de un personaje público, quien ha librado batallas contundentes en contra de la corrupción e impunidad desde antes de ser diputado, estando ya investido de la representación popular ante el Organismo Legislativo, el Licenciado y Diputado Amílcar Pop, quien como Presidente de la Comisión de Probidad ha denunciado las anomalías de cada uno de los contratos mencionados y otros más, incluso ha hecho temblar al sistema y sus mecanismos corruptos al hacerse de los bienes del Estado para generar cuantiosas ganancias en desmedro de la sociedad guatemalteca.
No olvidemos que fue el promotor de los antejuicios contra la ex vicepresidenta Roxana Baltedi y ex presidente de la República General del Ejército de Guatemala Otto Pérez, además de encaminar solicitudes de antejuicio a ministros y alcaldes, por los delitos de incumplimiento de deberes. Pero la campaña difamatoria en contra del diputado Pop y del partido político Movimiento Político WINAQ, pretende acallar la lucha por la defensa legítima del territorio y recursos naturales, entre otras luchas que a nivel nacional se vienen gestando para identificar casos de impunidad y corrupción en sus múltiples fases.
Esta campaña tiene un claro sentido de amedrentar e infundir la intranquilidad entre la población y miembros del partido, situación que en vez de lograr su cometido, se vuelve contra ellos a partir de la organización que resurge fortalecida.
Estos dinosaurios que tienen sus ciclos de represión e intimidación, andan nuevamente rondando con sus aparatos del terror y sus esquiroles que ahora operan ya no desde las jeep, o paneles que rondaban las calles, cargados de mal recordados judiciales, ahora lo hacen desde una computadora o un call center, como se ha comprobado también, existen y operan desde instituciones estatales o bien al servicio de quien pueda pagar.
No podemos permanecer indiferentes ante los constantes ataques en contra de los defensores sociales, de sus organizaciones o del Movimiento Político WINAQ, máxime cuando estos dinosaurios tienen a su servicio medios de comunicación masivos, radio, prensa y televisión para no propiciar ningún espacio de discusión, aclaración o información de lo que acontece en la sociedad y de cómo le roban la dignidad y sus recursos.
Afortunadamente ahora también existen medios alternativos que nos permiten hacer ver las falsedades de los sectores tradicionales que tergiversan lo real en ideal, las fuerzas oscuras nuevamente están operando, pero como siempre no podrán acallar nuestras voces y más bien ahora estamos fortalecidos y con mayorías de aliados sociales.
Viva la lucha por siempre, hasta alcanzar las reivindicaciones históricas que corresponden a los pueblos.