La Batalla por el oleoducto interoceánico (Parte II)*
0Por: Luis Solano
El proyecto denominado Oleoducto Interoceánico de Guatemala, todavía no encuentra asidero legal, al menos en el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN). En dos oportunidades, en los últimos tres meses, igual número de evaluaciones ambientales del proyecto no han sido aprobadas.
El proyecto de oleoducto pertenece a la empresa Vía Energética, S.A., y previo a elaborar una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) debe presentarse una Evaluación Ambiental Inicial (EAI). Siguiendo ese proceso, la empresa presentó el 4 de noviembre de 2014, una EAI identificada con el número EAI-5824.
Sin embargo, el 20 de enero de 2015, el MARN dictaminó que no se aprobaba. La empresa Vía Energética no cejó en sus intenciones de lograr la aprobación de la primera fase ambiental de su proyecto, y el 22 de enero de 2015 presentó una nueva EAI identificada con el número EAI-0248. De nuevo fue rechazada, esta vez el 2 de febrero de 2015.
La EAI-0248 tenía como característica principal un cambio en el trazo del proyecto que se presentó la primera vez en la EAI-5824. Este cambio, por demás importante, recorría a un costado de la Reserva Protectora de Manantiales Cerro San Gil, pasando por las comunidades y fincas del lado sur de Río Dulce y del Golfete Dulce que drena el Lago de Izabal hacia el Mar Caribe.
Es de suponer que la empresa presentará en breve una nueva EAI, si en realidad el proyecto del oleoducto es de interés estratégico para sus inversionistas.
DESAPROBADO UNA Y OTRA VEZ
La Evaluación Ambiental Inicial (EAI) es la primera fase a cumplir, previa presentación de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), lo cual es la etapa en la que la empresa Vía Energética está tratando de superar. Sin embargo, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) le ha denegado las EAI presentadas a las fechas.
Aunque se desconocen las causas del porqué el MARN no ha aprobado las EAI, podría suponerse que parte del problema radica en la primera sección del trazo del oleoducto y los riesgos que conlleva para las áreas protegidas del norte del departamento de Izabal.
En la primera EAI, identificada con el número EAI-5824, el oleoducto se iniciaba en la Terminal del Atlántico, localizada en Punta Baltimore en la Finca Baltimore, Livingston, Izabal, y se dirigía en dirección a la aldea Entre Ríos, para conectarse con la carretera a Puerto Barrios y luego dirigirse hacia Morales, Izabal y Río Hondo Zacapa, tal como se muestra en el mapa siguiente.
No obstante, el 20 de enero de 2015, el MARN dictaminó no aprobar la EAI. Por lo tanto, pocos días después, el 22 de enero, Vía Energética presentó la EAI-0248 que incluía un nuevo trazo para el oleoducto, bastante parecido al trazo que lleva oleoducto petrolero administrado por la empresa francesa Perenco, que transporta petróleo de los pozos que posee en Xan, Petén y Rubelsanto, Alta Verapaz.
El nuevo trazo cambiaba considerablemente la ruta del oleoducto, al internarlo por el lado sur de Río Dulce y el Golfete Dulce, circulando prácticamente el Cerro San Gil, y pasando por quebradas que desembocan en el Golfete y Río Dulce, además de comunidades y fincas privadas, incluyendo la Reserva Natural Privada El Higuerito en la finca del mismo nombre.
El oleoducto entroncaría con la carretera que del puente de Río Dulce conduce a La Ruidosa, en la carretera al Atlántico, y de ahí seguiría el trazo que se presentó en la primera EAI, hacia Río Hondo, Zacapa.
Ese nuevo trazo se puede ver en un mapa de la EAI-0248, que se presenta a continuación:
En otro mapa de la EAI-0248, se puede observar la sección más sensible del proyecto, no sólo en términos sociales sino también sociales y políticos.
En el mapa a continuación puede observarse una línea roja (oleoducto) y una numeración encima que marca los kilómetros del trayecto. Del kilómetro 5 al 15 hay varias comunidades y quebradas que en años pasados se opusieron abiertamente al paso del oleoducto petrolero de la empresa Perenco. Hubo varios sabotajes al oleoducto de actores no identificados, y derrames de crudo en el área. Hechos que se replicaron en otras partes del oleoducto en Izabal, Alta Verapaz y Petén.
Entre los kilómetros 16 y 19 se encuentra la Reserva Privada Natural El Higuerito, enmarcada con color amarillo.
Según el EAI-0248, “En términos generales se tiene el cuidado de planificar una construcción totalmente fuera de áreas protegidas, a excepción del tramo comprendido entre el kilómetro 16.0 hasta el kilómetro 18.5 que implica el paso a través de la Reserva Privada Natural El Higuerito y del kilómetro 21.0 hasta el kilómetro 26.9 que va a través de la Zona de Usos Múltiples de la Reserva Protectora de Manantiales del Cerro San Gil. Se considera en este último punto el uso de caminos ya existentes a través de propiedades privadas.”
Pero conociendo los altos riesgos de derrames petroleros, los cuales ya han ocurrido en esa zona, cualquier accidente puede resultar altamente peligroso para las áreas protegidas como para las comunidades, con costos inconmensurables.
Los dos últimos mapas muestran lo sensible del área, que pone en riesgo directamente a la Bahía de Amatique y áreas protegidas como la del Refugio de Vida Silvestre Punta de Manabique, el Cerro San Gil y el Parque Nacional Río Dulce.
LOS RIESGOS PARA OTRAS REGIONES
Reza el EAI-0248 que el oleoducto interoceánico transportará petróleo crudo entre el Mar Caribe y el Océano Pacífico, de las terminales situadas en Punta Baltimore, Livingston, Izabal y en Moyuta, Jutiapa.
La longitud total del oleoducto será de 319 kilómetros, compuesto de tres tuberías de 42 pulgadas cada una, enterradas a una profundidad de 3 metros, con tres estaciones de bombeo intermedias. En las terminales habrá tanques de almacenamiento.
La EAI indica que todo “el proyecto pasará por fincas privadas, sobre un ancho de 60 metros, de los cuales únicamente se utilizarán 25 metros para la instalación de la tubería, el resto será utilizado como camino y área para maniobras del proyecto. Para la adquisición de las tierras, se realizará una delimitación física del recorrido mediante un recorrido fotogramétrico con un avión no tripulado, mediante el cual se obtendrá un mosaico orto rectificado con resolución de 10 cm2/pixel del área del proyecto. Las fotografías aéreas se tomarán a 260 metros del nivel del suelo con traslape longitudinal y lateral del 80%. Con este producto será posible ubicar los las condiciones exactas en el campo, para posteriormente realizar reuniones con los propietarios de las tierras que se identifiquen.”
El trazo del oleoducto presentado en la EAI-0248 puede observarse en el siguiente mapa:
Los riesgos de accidentes y derrames petroleros, y sus altos costos sociales y ambientales, rezan para toda la región donde se planifica su construcción.
Una de las zonas de mayor riesgo es la Terminal del Pacífico, en Moyuta, Jutiapa, debido a la instalación de monoboyas en el mar, poniendo en peligro la vida marina del área, las playas turísticas de Santa Rosa y Jutiapa, y el Área de Usos Múltiples de Monterrico. Ver mapa a continuación:
El proyecto del oleoducto interoceánico puede ser rentable como negocio privado, por lo tanto cabe la posibilidad que la empresa Vía Energética persista en sus intenciones para que se apruebe la EAI y dar paso a la elaboración de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).
Sin embargo, los costos sociales y ambientales pueden resultar muy altos e inconmensurables. El MARN tendrá la última palabra.
*Este artículo da seguimiento al Ensayo elaborado por Luis Solano, el cual se puede ver en las siguientes direcciones:
Albedrío
CMI-Guatemala
Nómada