Adiós Elías Barahona
0Por Carlos Figueroa Ibarra
Hace dos años tuve el placer de recibir en mi casa a Elías Barahona quien llegó a visitarme en compañía de Mario René “el remachón” Chávez. Habían llegado a México a un evento de periodistas y aprovecharon el viaje para hacer otras cosas, entre ellas el visitarme. De Elías sabía yo mucho, pero no había tenido el gusto de conocerlo. Ese octubre de 2012, en medio de la comida, Elías relató la terrible experiencia de estar infiltrado en el Ministerio de Gobernación en Guatemala durante la época de Donaldo Álvarez Ruiz. En algún momento de la plática, se tocó el doloroso tema del asesinato de mis padres, Carlos y Edna, el viernes 6 de junio de 1980. Elías nos relató que recordaba muy bien ese día que marcó para siempre la vida de mi familia y la mía propia. Elías presenciaba la visita semanal de dos altos militares, los cuales llegaban con una lista que presentaban a Donaldo Álvarez Ruiz en la cual se contenía los nombres de quienes serían asesinados. Quiénes morirían estaba cuidadosamente agendado por el gobierno de Romeo Lucas García.
El viernes 6 de junio de 1980, Álvarez Ruiz estaba sumamente contrariado. Al parecer el grupo operativo que asesinó a mis y padres, había roto el calendario porque según recordaba Elías, todavía no les tocaba el turno a ellos. Ese día, según clamaba Álvarez Ruiz, el asesinato que estaba planificado era el de Julio Segura. Julio, quien conservó hasta el final su amistad con mi padre, era un antiguo revolucionario que a la sazón trabajaba con el gobierno de Lucas, específicamente al lado del ex militar Hugo Tulio Búcaro. Pese a su transición ideológica, Julio Segura Trujillo (emparentado políticamente con Búcaro) era percibido como una amenaza por el alto mando del ejército. Y en efecto, de acuerdo a la versión de Elías Barahona, aquel terrible 6 de junio de 1980 el turno de la muerte tocó a mis padres. Poco tiempo después, en septiembre de ese año, Julio Segura también fue asesinado. Al recibir la triste noticia de la muerte de Elías, revisé en mis archivos y encontré una misiva de él fechada el 24 de octubre de 2012 en la que a propósito del asesinato de mis padres me decía: “Estoy convencido de que el operativo lo dirigió García Arredondo que con Valiente Téllez hacían el trabajo sucio por órdenes de Donaldo en tareas que les asignaba el alto mando en su lucha contra el «comunismo».
Hoy Manuel Valiente Téllez está muerto, Donaldo Álvarez Ruiz está prófugo y Pedro García Arredondo tiene una condena y se cierne sobre él, otra más en el juicio por el incendio de la embajada de España. Todavía pude hablar con Elías Barahona el 2 de octubre de 2014, pues ambos comparecimos ante el tribunal que está juzgando a García Arredondo. Elías como testigo y yo como perito.
Desde su silla de ruedas y congruente hasta el final, me reiteró su convicción de hacer justicia. Elías Barahona siempre será recordado por su valentía y honestidad.