Sqe´ch ko´: juego de gallos
0Es por eso que el 31 de octubre se convive, se baila, se celebra, se disfruta con toda su gente antes de salir a cabalgar por si uno no vuelve, por si le pasa algo. Esto es en mis palabras, lo que sé, lo que mis padres y mis abuelos me han compartido de su sabiduría.
Narración de Jun Kanek Pablo Pérez,
Maya Mam de TodosSantos Chuchumatán, Huehuetenango
Fue en la época de la invasión, donde mis abuelos eran esclavos de los españoles, de esos hombres blancos que cabalgaban en bestias, animales del otro mundo. Esos caballos eran grandes y fuertes, animales de guerra -o para eso los usaban los europeos-, eran sinónimo de poder.
Claramente los hombres de pueblos originarios, tenían la curiosidad de querer experimentar; pero los españoles les decían que no, que ellos no podían, que no tenían el valor de hacerlo. En eso los abuelos tuvieron la rebeldía en sus ideales y fueron a preguntar a un Aj Qi´j (Contador de días).
Como todo el mundo sabe eran muy espirituales, personas llenas de valores; para todo se tenía que pedir permiso y más si se trataba de la Naturaleza. Se tenía que pedir permiso para estar cabalgando sobre la Madre Tierra en animales desconocidos. Entonces, el Aj Qi´j les dijo que sí podían, pero que tenían que dar sangre en significado de pedir permiso; que tenían que estar en meditación durante varios días para poder lograrlo y luego que para el permiso, en vez de la sangre de ellos, podían dar la sangre de un gallo. He ahí el verdadero nombre en el idioma Mam: Sqe´ch ko´, que se traduce al español como «Juego de Gallos».
Cuando se animaron se tuvieron que despedir de sus seres queridos, por si en el intento no volvían a verlos, por lo tanto se hicieron un convivio con toda su familia. Un día después de haber hecho todo lo que el Aj Qi´j les dijo que tenian que hacer, se animaron, se montaron a los caballos de los españoles, lo hicieron y lo lograron. Salieron victoriosos unos y otros quizá no, no por un premio sino por honor.
Es por eso que el 31 de octubre se convive, se baila, se celebra, se disfruta con toda su gente antes de salir a cabalgar por si uno no vuelve, por si le pasa algo. Sí, se bebe licor pero ya es de cada quien. Es una ceremonia total.Luego el 1 de noviembre se corre, se entrega, se llora, se da todo en honor a aquellos abuelos victoriosos y caidos que un día lo intentaron, se rebelaron contra los españoles demostrándoles que sí se podía.
No es de ganar, no es competencia, es una rebelión, es un honor.
Esto es en mis palabras, lo que sé, lo que mis padres y mis abuelos me han compartido de su sabiduría. Cada todosantero consciente, en donde sea que se encuentre, sabe lo que es; la Tierra lo llama, uno ya sabe cómo es y se llena de sentimientos en el alma, hasta dejar salir en unas lagrimas, el sentir de sus costumbres y tradiciones.