Jimmy Morales, ¿Anti político?
1En el proceso electoral 2015 se está presentando un candidato presidencial que las encuestas de opinión publicadas por medios de comunicación corporativa y algunos analistas vinculados a la derecha libertaria de la Francisco Marroquín (UFM) y a medios de comunicación tradicionales, están perfilando como un político “nuevo”, como un “fenómeno” y, por lo tanto, representante de la “anti política” guatemalteca, un “outsider”.
Por el Equipo de El Observador
Nos referimos a Jimmy Morales Cabrera, un comediante que lleva más de dos años -desde marzo de 2013 a la fecha- como Secretario General del partido Frente de Convergencia Nacional (FCN)-Nación, que lo postula, además que compitió en las elecciones generales de 2011 como candidato a la Alcaldía de Mixco postulado por el partido Acción de Desarrollo Nacional (ADN), ya desaparecido, y cuya fundadora y figura central fue Adela de Torrebiarte, candidata presidencial por ese partido en esas justas, y hasta el 24 de agosto pasado, Comisionada Presidencial para la Reforma Policial en el gobierno del Partido Patriota (PP).
El supuesto crecimiento vertiginoso que Morales experimentó en las encuestas y sondeos de opinión a partir de mayo del presente año, y que lo hacen ser un político “anti política”, un “fenómeno”, se debería al desgaste generalizado que están experimentando los partidos políticos guatemaltecos, sobre todo después del 16 de abril pasado, cuando las investigaciones de la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG) y el Ministerio Público (MP), empezaron a desmontar una estructura de defraudación aduanera denominada “La Línea” que ha venido funcionando en las entrañas de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), y que terminó implicando como cabecillas, a la entonces “pareja presidencial”: Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, ambos hoy en prisión preventiva; destapó otras redes de corrupción y tráfico de influencias en varias dependencias del Estado en donde participaban altos funcionarios del gobierno del PP, sobre todo hasta ahora, militares retirados muy cercanos al ex mandatario; sino también terminó por alcanzar a reconocidos políticos que son miembros de los partidos que supuestamente son los más grandes y fuertes que compiten en las presentes elecciones generales, y que se postulan a cargos de elección popular por primera vez o, generalmente, se están reeligiendo.
La «Anti Política»
La “anti política” se caracteriza por el advenimiento de actores ajenos al sistema de partidos políticos, en un marco de desencanto hacia éstos –considerados dentro del modelo liberal representativo como los centrales o principales actores para intermediar- y, por lo tanto, de deslegitimación de tal sistema político. Es conocido como los partidos políticos en Guatemala, por lo menos en los últimos años, no cumplen con el rol de intermediarios entre las demandas sociales y el Estado, sino se han convertido en “empresas electorales que filtran intereses privados” y son fuente de inestabilidad del régimen porque los desgasta debido a la fragmentación que esta lógica genera en los mismos partidos, siendo el caso más patético el del actual gobernante PP, el cual, sin terminar su periodo se desintegra azuzado por la crisis político-institucional.
La emergencia de esos actores, de esas figuras que aparentemente son ajenos al sistema pero que en el fondo no son antisistema, es promovida por una pérdida de credibilidad de los partidos políticos entre cuya causa más común se encuentra el mal diseño del sistema político, lo cual se expresa en una fragmentación dizque multipartidaria, corroído por la corrupción y un sistema electoral que muchas veces no muestra una clara correlación entre los votos obtenidos y los cargos de representación alcanzados.
Esto hace que aparezcan nuevas formas de intermediación caracterizadas por el aparecimiento de una figura de estilo personalista, populista, que encarnaría “lo popular”, que en el marco guatemalteco estaría representada en Jimmy Morales.
En el contexto actual de las elecciones generales donde Manuel Baldizón y su proyecto LIDER estaría supuestamente encabezando las encuestas, y cuando éste es un empresario petenero ambicioso, compulsivo, inescrupuloso, fluctuante y loco, populista además, que se alió con el defenestrado PP y a los militares que han rodeado a Otto Pérez Molina, hoy desaforado y preso, y que además no forma parte del círculo más granado del empresariado oligárquico que se aglutina en el G-8, Jimmy Morales podría ser un candidato que sirve a los intereses de las cámaras empresariales que integran CACIF para enfrentar al puntero de las encuestas mediáticas realizadas por medios de comunicación ligados a estos grupos empresariales corporativos.
Esto puede ayudar a explicar el “vertiginoso” repunte del comediante en esas encuestas.
La alianza oligárquico-militar se reformula y reacondiciona ahora que Pérez Molina y su séquito de militares retirados están fuera del gobierno y de la jugada política.
No es casual entonces que el primero que empezara a hablar de “anti política” en el medio guatemalteco y en el marco de estas elecciones generales de 2015, relacionándola con Jimmy Morales, fue el Director de Gestión de CACIF, el analista de moda que forma parte del staff de Canal Antigua, columnista del diario elPeriódico, y ahora de la revista Contrapoder, Phillip Chicola.
En junio del presente año, Chicola calificó como “fenómeno” a Jimmy Morales en su columna en el diario en el que escribe1, a propósito de dos encuestas realizadas en la última quincena de mayo por la empresa Borge y Asociados para Canal Antigua y Contrapoder, que mostraron una tendencia que empezaba a alterar el mapa electoral, según dice el analista. Se trataba que en ambas encuestas, el comediante alcanzaba un tercer lugar con 10.4% y 7.2% respectivamente.
Dice Chicola:
El crecimiento de Morales, un candidato sin trayectoria y con un partido sin mayor organización, no es más que la materialización de la anti política.
La anti política debe entenderse como una muestra de distanciamiento entre la ciudadanía y lo político, dígase el Estado, los partidos y las élites. La corrupción, la falta de respuestas desde lo público y la deficiente calidad de servicios estatales, erosionan la legitimidad del sistema. El descontento se agudiza en períodos electorales, cuando la ciudadanía realiza que la oferta partidaria constituye una continuidad del modelo. Tales condiciones favorecen a los “políticos anti políticos”, que en palabras del sociólogo Andreas Schedler, son aquellos actores ajenos al sistema que irrumpen en una elección apalancados en la crítica contra los partidos tradicionales.
Como movimientos recientes a nivel mundial que son ejemplo de la “anti política”, el académico ligado a los libertarios de la UFM menciona a…
…Podemos en España, el cual surgió como una derivación del movimiento de los Indignados, y en rechazo a la corrupción del PP y a la falta de resultados del PSOE, es quizá el paradigma más reciente.
En el caso de Guatemala dice Chicola, dada la crisis institucional del sistema político que se destapó en abril…
…junto al descontento urbano con la oferta electoral, pues la concibe como una continuidad del saqueo (…) El repunte de Jimmy Morales evidencia la consolidación del segundo fenómeno (la anti política). El comediante representa justamente al candidato externo al sistema. Su discurso de “Ni corrupto ni ladrón” es el medio de cuestionamiento al decadente modelo patrimonial. Mientras que en las mediciones cualitativas, los entrevistados le catalogan como “honesto” y “bien-intencionado”, en contraposición a la percepción de corruptibilidad de la oferta partidaria.
De ahí que no sea casual que la propaganda de Morales Cabrera arreciara semanas después del 16 de abril, cuando se destapa el caso de defraudación aduanera conocido como “La Línea”, en el que finalmente están implicados Roxana Baldetti y Otto Pérez Molina, ambos hoy en la cárcel sindicados de ser los cabecillas de la estructura. Tampoco es casual que las encuestas de las que habla Chicola, hayan sido realizadas por ambos medios de comunicación –que tienen una relación comercial y política- en mayo.
Lo peligroso de esta tendencia “anti política” que ubica a Morales Cabrera como su heredero, y Chicola lo reconoce, es que el electorado que supuestamente opina positivamente sobre él en las encuestas y que se inclina por él, no ha caído en la cuenta que el comediante no tiene ni organización partidaria ni equipo para gobernar, no se conoce su programa de gobierno –al igual que los otros partidos que participan-, pues en sus intervenciones Morales Cabrera balbucea parodias y dichos, y tampoco tiene experiencia aunque hable bonito y parezca bonachón.
En caso que Morales se consolide en la contienda electoral y se concrete que es un “fenómeno” colándose a la segunda vuelta o gane la Presidencia, tendría un partido débil, sin equipo y al mismo tiempo con una bancada débil en el Congreso de la República, lo que lo haría fácilmente manipulable de intereses.
Aunque Morales se niega a que se le compare con Jorge Serrano y pese a las diferencias en las situaciones políticas y sociales concretas, hay algunas condiciones similares entre aquel y éste, pues Serrano fue una apuesta de la desaparecida Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) para restarle votos a la candidatura de Jorge Carpio Nicolle, y que, con un gobierno débil se enfrentó a los factores tradicionales de poder y contó con una bancada minoritaria de su partido, el Movimiento de Acción Social (MAS).
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1 Chicola, Phillip. “El fenómeno Jimmy Morales”. Sección Opinión. Diario elPeriódico, 9 de junio de 2015. Recuperado en: http://bdc.elperiodico.com.gt/es/20150609/opinion/13507/El-fen%C3%B3meno-Jimmy-Morales.htm
[…] Populistin, Sandra Torres, gegen die 16 Anzeigen wegen Korruption vorliegen, und eines Politneulings, Jimmy Morales, der im Verdacht steht, Marionette einen obskuren Netzes von Militärs und Ex-Militärs zu sein. […]