Asesinan a dirigente por defender su tierra
0Por Rolanda García
José Xol Can, de la comunidad Choctun Basilá, fue brutalmente asesinado el pasado 10 de mayo, por un grupo de sicarios contratados por la Cooperativa Chilté, miembro de la Federación de Cooperativas de las Verapaces, FEDECOVERA, según relatan pobladores que lograron escaparse de la balacera.
Dan cuenta que el crimen de Xol Can responde a un plan de criminalización e intimidaciones desatadas por propietarios de Chilté, desde el año 2006, porque dirigentes de la referida entidad, constituida por terratenientes y empresarios pretenden despojarlos de sus tierras ancestrales, pese a que los habitantes cuentan con escritura pública de su territorio, que suman más de 15 caballerías de posesiones productivas y bosque nativo.
Agregan que el mismo grupo delictivo que le dio muerte a José Xol, en distintas ocasiones ha ingresado a dispersar a las familias con denotaciones de armas de alto calibre, inclusive llega a destruir el cultivo de la comunidad, “esas personas de Fedecovera solo utilizan a pobladores de otras regiones para que nos vengan a matar y sacarnos de las tierras, los jefes no han llegado acá, solo pagan a los asesinos, refiere una denunciante.
A partir de las múltiples violaciones, la comunidad ha interpuesto más de noventa denuncias, pero ninguna ha prosperado, contrario a lo que ocurre con las acusaciones de la cooperativa que todos fueron efectivas en las instancias judiciales de Cobán, Alta Verapaz, en consecuencia, actualmente existen cuatro habitantes privados de libertad y más de cuarenta personas con órdenes de captura.
Son más de cincuenta familias que viven en Choctun Basilá quienes manifiestan estar en riesgo de ser despojadas y asesinadas, así mismo, las que no han logrado trabajar sus tierras están afectadas por el hambre, “ya es demasiado, ellos no se tocan el corazón a quien lastimar, no sé porque la cooperativa viene a matar nuestros esposos, padres, abuelos, pobres nuestro hijos cuando vienen las balaceras allí están temblando, queremos justicia porque este dolor es grande”, enfatizó una madre del lugar.
Destacan que esta conflictividad agraria no finaliza si el Estado de Guatemala no intervenga para el enjuiciamiento de los criminales y usurpadores de sus territorios, “Es lamentable, que las autoridades de Cobán no hacen nada, el Ministerio Público no hace nada, ¿cómo es eso?, somos pueblos indígenas, tenemos derechos que nos escuchen, que no se sobornen”, enfatizó una de las víctimas.