Caso TCQ: dos grandes estructuras oscuras de militares rompen con renuncia de PGN
1El caso TCQ vino a mover la ya fracturada e inestable arena de la política guatemalteca. El nuevo caso de la CICIG y MP se pasó llevando a varios funcionarios del gobierno Patriota y por primera vez se señaló a los operadores judiciales de la red criminal, dos magistrados de la Corte Suprema. Pero también provocó las primeras amenazas: una al juez Miguel Ángel Gálvez y otra a la ahora ex Procuradora General de la Nación, María Eugenia Villagrán de León de Letona. Villagrán renunción tras señalar que estaba siendo amenazada, lo que llevó a preguntarse qué grupo tan fuerte puede presionar para que la esposa de uno de los militares más señalados de pertenecer al narcotráfico y la inteligencia militar, Roberto Letona Hora, renuncie al cargo.
Por Equipo de Análisis
La exPGN y el Partido Patriota
El caso TCQ es ya conocido: desde enero de 2012 a abril de 2015 se formó una estructura criminal liderada por Roxana Baldetti y Otto Pérez Molina con el objetivo de limpiar el camino para que la empresa TCQ obtuviera una porción del terreno de la Empresa Portuaria Quetzal para la construcción de la nueva terminal privada de contenedores.
Para procurar impunidad, la estructura tenía vínculos con el abogado del Estado (PGN), Vladimir Aguilar, que nunca cuestionó el contrato, y el entonces juez Douglas Charchal, vinculado a mafias militares a través de su hermano.
El caso generó un fuerte reacomodo, en donde resalta la renuncia de Aguilar como magistrado y la remoción del derecho a antejuicio de Charchal. Pero esta vez hubo una respuesta de parte de esa estructura oscura: el juez que lleva el Juzgado de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez, dijo que estaba recibiendo amenazas. Las amenazas a jueces y magistrados de Mayor Riesgo son ya conocidas, por los casos que han llevado en contra de estructuras criminales de militares, crimen organizado y grandes empresarios.
Lo que más sorprendió fue la amenaza a la entonces titular de la PGN, María Eugenia Villagrán de León de Letona, ya que ella llegó al puesto por decisión del mismo Otto Pérez Molina.
La abogada María Eugenia Villagrán de León De Letona es hija del ex vicepresidente de la República, Francisco Villagrán Kramer, quien en septiembre de 1980 renunció al cargo ejercido durante el gobierno de Lucas García, debido a la política de violaciones a los derechos humanos llevada a cabo por ese gobierno militar con el apoyo de la élite empresarial.
En las elecciones para el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de 2008, el Partido Patriota cabildeó en el Congreso para que María Villagrán de Letona fuera escogida como magistrada, puesto al que llegó luego de obtener los votos necesarios en una repartición entre el PP y la UNE. Ya en el TSE, llegó a ser presidenta de cara a las elecciones de 2011.
Una vez el PP llegó al Ejecutivo, Pérez Molina nombró a Vladimir Aguilar como abogado del Estado, al ubicarlo en la cabeza de la PGN. Luego que Aguilar cumpliera su función, pasó a ser escogido como magistrado de la Corte Suprema. En su lugar, Pérez Molina nombró en diciembre de 2014 a Villagrán de Letona como titular de PGN.
Villagrán, al igual que Thelma Aldana (MP) y Carlos Mencos (CGN), fueron escogido y apoyados por el gobierno Patriota, pero luego de la crisis de 2015 le dieron la espalda a sus electores y comenzaron a moverse convenientemente en la coyuntura.
Villagrán y las dos estructuras de militares en el Patriota
La renuncia de Villagŕan de Letona provocó sorpresas y muchas hipótesis sobre lo que realmente está detrás. Su vinculación con el Partido Patriota de Pérez Molina y la relación de su esposo con el ex presidente pueden ayudar a entender qué puede estar detrás.
Que la relación de Villagrán con el gobierno Patriota no era casualidad lo demuestra el puesto que recibió su hermano, el aboga-
do Francisco Villagrán de León. En 2012 fue nombrado Embajador de Guatemala en Washington. Con su nombramiento, Villagrán de León le ganó la apuesta al analista Julio Ligorría Carballido, quien también cabildeó por ese cargo diplomático y le apostaba a ser nombrado en el mismo. Al igual que el ex Secretario de la SIE, José María Argueta Cifuentes, el diplomático es miembro de la instancia conservadora estadounidense NED, y actualmente es miembro del Centro para la Defensa de la Constitución (CEDECON). Fue Viceministro de Relaciones Exteriores con el gobierno de Cerezo.
Pero el esposo de María Villagrán da aún más luces. Se trata del general de Brigada (retirado) Roberto Letona Hora.
El nombre de Letona Hora resonó en noviembre de 1996 cuando, siendo Agregado Militar en Washington fue suspendido y llamado a Guatemala para ser investigado por sus vínculos con el crimen organizado a través de la “Red Moreno”, dirigida por Alfredo Moreno y con estrechos nexos con varios altos oficiales militares, entre ellos, el general Francisco Ortega Menaldo.
Esto se dio luego que Estados Unidos, por medio de su Embajada, tuviera acceso a una lista de nombres que buscaba depurar el ejército de sus peores elementos antes de que la Paz fuera firmada. En el listado estaba el general Letona Hora.
Según archivos desclasificados, sus relación con el crimen organizado venía de más atrás. En los archivos de la National Security Archive (NSA) se establece una investigación realizada por el gobierno de facto del general Efraín Ríos Montt que identificó a tres oficiales líderes de la Promoción 73 vinculados a actos de corrupción ocurridos durante el gobierno del general Fernando Romeo Lucas García. Estos oficiales eran: Otto Pérez Molina, Roberto Letona Hora y Mario Salvador López Serrano.
Letona Hora pertenecían a un grupo militar conocido por sus enemigos como La Cofradía. Esa misma agrupación peleó porque la paz no llegara, ya que creían que si el ejército había derrotado militarmente a las guerrillas, no tenían por qué ceder el control del Estado. Pero también porque tenían miedo a ser perseguidos penalmente.
La Cofradía estaba en confrontación con los militares que buscaban una transición a gobiernos civiles. El general Héctor Gramajo, ministro de Defensa y sostén del gobierno civil de Vinicio Cerezo (1986-1991), lideraba esta otra agrupación, conocida en los ochenta como Los Operativos (GT-R271904Z). Dentro de esta agrupación estaba Otto Pérez Molina, que en ese momento se terminó separando de Letona Hora.
El fallido golpe de Jorge Serrano Elías, el 25 de mayo de 1993, favoreció a una parte de Los Operativos, que se opusieron a la medida para proteger la transición a mandos civiles y lograr cuotas de poder. Para octubre de 1994, Otto Pérez Molina se había beneficiado de su rechazo al golpe con la jefatura del Estado Mayor de la Presidencia (EMP).
El reencuentro entre la red de Letona Hora y la de Pérez Molina se dio hasta ese 2008, cuando María Villagrán de Letona fue promovida por el Partido Patriota. Y el rompimiento vino cuando Villagrán, ya en la PGN, se negó a apoyar a Pérez Molina y comenzó a perseguirlo.
De esto tal vez se puede pensar quién está detrás de las amenazas.
Otto Pérez sabía de las mafias de aduanas desde 1992 (y las dejaba operar), según desclasificados
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