Oda a ti
0Unos dicen que estás lejos, otros dicen que te encuentras cerca. Otros dicen que llegaras a la hora, otros no quieren que llegue esa hora. Todos te huyen, todos se esconden de ti, todos se sienten limitados al hablar de ti, pero lo cierto es que siempre estás con nosotros.
Por Kajkoj Màximo Ba Tiul
Me gusta que estés cerca, pero también que estés lejos. Eso me hace pensar que no eres mala como algunos dicen o que nos tendríamos que lamentar porque llegas, sino al contrario, deberíamos de agradecerte porque llegaste y no pasaste de largo.
Estás cerca de nosotros desde que nos engendran. Desde el momento que somos un cigoto, andas cerca de nosotros. Peor aún, cuando nacemos en países como el nuestro, donde a muchos te los llevas antes de nacer y si logramos evadirte, crecemos y vivimos con millones de bichos en la panza y si llegamos a grande, pues muchas no podemos evadirte porque crecemos sin posibilidades de curarnos o alimentarnos.
Cuantas veces te vi y te he sentido cerca. Muchas veces, hasta se me olvida. Te vi, en mis amigos, amigas, hermanos, hermanas, sobrinos, sobrinas, papá, mamá. En circunstancias diferentes. De forma violenta o de forma amable. No es lo mismo cuando vienes porque ya terminó nuestro ciclo o cuando llegas de forma violenta, sobre todo cuando eres manipulada por los sostenedores de la maldad.
Cuando te llevaste a mis sobrinos pequeños, también fue por el maldito sistema, que nos condena a la miseria, al hambre y a la pobreza. En cambio a mi papá y mamá, porque su ciclo ya había terminado tenían que comenzar el otro ciclo. Pero en cambio te llevaste violentamente a mis compañeros, compañeras, amigos, amigas, hermanas y hermanas de aventura, de proyectos revolucionarios, de sueños compartidos, de sentimientos humanos, de lealtades, de compromiso, de grupo y de lucha. Fue violento porque fueron los malos, quienes te instrumentalizaron y son quienes nunca quieren que seamos más humanos y que quieren tener el poder para hacer lo que se les plazca con nosotros.
Cómo olvidar a tanto comisionado militar, miembros de la G2, de la S5, de la S2, guardias privados, policías militares, generales, coroneles, kaibiles, cabos, orejas, que vivieron y se enriquecieron matando y masacrando a personas que soñaban y pensaban diferente. Como olvidar, los momentos que pasaban en una comisaría militar, en una oficina de las Patrullas de Audefensa Civil, en las Oficinas de Reservas Militares o en las propias zonas militares y destacamentos militares, para planificar la desaparición de hombres y mujeres, soñadores, pensantes y rebeldes.
Pero a pesar de eso, a todos y todas a quienes te has llevado los siento cerca y los siento lejos. A ti también, te siento cerca y lejos, pero estas allí, como están ellos, aunque su ausencia física duela, los siento aquí cerca, en el mismo corazón, en el mismo sentimiento, en el mismo pensamiento. En mis luchas y mis sueños. Los veo, en el sufrimiento de los de Rìo Dolores, de Barillas, de la Puya, de San Juan Sacatepèquez,
Así como te vi, en la masacre de Plan de Sànches, Rìo Negro, Concul, Najtilabaj, Las Pacayas, El Naranjo, Santa Marìa, San Joaquin, Agua Blanca, Najmexaab’aj, Najtilabaj, Las Conchas, Chirexquiche, Sacomun y otras comunidades màs, también te vi, cuando te forzaron a llevarte a Teresa, Policarpo, Salvador, Carlos Antonio, Felipe, Alfonso, Marìa, Matilde, Fernando, Luis, Mario, a los Otto, a las 12 mujeres violadas y asesinadas a orillas del Rìo Chixoy y a muchos más.
Cómo olvidar el 28 de diciembre del 1982, el 20 de enero de 1983 y muchas fechas más, que tengo clavado en mi memoria. Por eso no olvido y por eso te digo, que tú me inspiras para escribir y decir esto.
Hoy con la captura de 13 militares, incluyendo a Benedicto Lucas García, se abre una esperanza más para hacer justicia, y para que sepamos que te trajeron a la fuerza, para desparecer a muchos y muchas. Estos muchos y muchas, que tienen nombre, querían un país, una comunidad, un pueblo, un niño, una niña diferente. Pero falta más, hay cómplices libres y que también tienen que solventar su situación ante la justicia. Por eso te pido a ti, que no te los lleves antes, como te has llevado a algunos, que tendrían que enfrentar a la justicia, como Ricardo Mendez Ruiz Rohrmoser. Ojalá que tú nos ayudes a juzgarlo donde quiere que esté.
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