¿Qué hay detrás de la compra de armas del Ministerio de Gobernación?
0Por Rodrigo Véliz Estrada (CMI-G)
El pasado martes cinco de noviembre se cerró la licitación para comprar armas de fuego por parte del Ministerio de Gobernación (MGOB). Las armas están destinadas a las filas de la Policía Nacional Civil (PNC), y fueron justificadas por el principal en la cartera, el ex-teniente coronel Mauricio López Bonilla, por el general desabastecimiento entre sus filas y la agudeza de esta situación con los cientos de agentes que recién se incorporan.
Desde su anuncio, a inicios de junio del presente año, el proceso generó fuertes críticas desde diferentes ángulos. Las primeras voces de descontento provinieron dentro del mismo Estado. La Contraloría General de Cuentas (CGC), a través de Nora Segura, parte de redes de influencia lejanas al Partido Patriotai, cuestionó que la compra se hiciera sin licitación pública, ya que ha sido la forma más común para realizar actos de corrupción.
Este tipo de señalamientos hacia el actual partido de gobierno han sido comunes, como lo han demostrado numerosos casos. El mismo MGOB ha sido señalado de favorecer a la Industria Militar con compras infladas a cambio de productos de mala calidad.
Después de algunas tensiones y cruce de señalamientos, finalmente el MGOB recibió el apoyo formal del Ministerio de Finanzas (MFIN) y de la Secretaría General de Planificación (SEGEPLAN), aunque éstos señalaron que no se hacían responsables «por la omisión de actos antes o después de la contratación […] ni en la ejecución presupuestaria del acuerdo de excepción». Esto fue suficiente para que López Bonilla aceptara la sugerencia de la CGC e hiciera la compra por excepción en sólo una fracción de sus compras. El resto deberá esperar.
Pero más allá de posibles actos de corrupción, las críticas hacia el MGOB han tocado otros temas fundamentales. La Fundación Myrna Mack se mostró sospechosa que se compre ocho mil fusiles de asalto, si solamente se cuenta con mil agentes de fuerzas especiales (usuarios de este tipo de armas). ¿Para qué se usará el resto de armas?
Los cuestionamientos de la Fundación Myrna Mack no son infundados. En los últimos cuatro años han desaparecido de las bodegas de la PNC más de 130 armas. La relación de la PNC con el crimen organizado no es nueva y no debe sorprender. Si bien se han realizado algunos cambios en la institución, el caso Salcajá recordó que importantes segmentos del Estado son utilizados por grupos criminales para participar en el tráfico de drogas y recibir beneficios directos.
Pero la desaparición de armas de la PNC es en verdad mínima, si se compara con las casi 27 mil armas que salieron ilegalmente del ejército durante el gobierno de Álvaro Colom. Algo que el mismo ejército, de manera cínica y sin alentar una investigación penal, aceptó en su momento.
Que esto no era una casualidad lo probaron dos cosas: primero, el robo de un poco menos de 1500 granadas para fusil en la Brigada Militar de Petén en septiembre de este año (caso que no logra avanzar en el Ministerio Público); y segundo, por estudios recientes de rastreo balístico en donde se prueba, a partir de la data de agencias federales mexicanas y estadounidenses, que una parte importante de las armas utilizadas por carteles del narcotráfico y crimen organizado del primer país provienen del ejército de Guatemala. Más en lo específico, provienen de las armas que Estado Unidos directamente, o indirectamente a través de aliados como Israel, vendió a Guatemala durante los años de las dictaduras militares.
Estas relaciones no han cesado aún. Según ha dicho Carlos Menocal, antiguo Ministro de Gobernación, las embajadas de Estados Unidos, Israel e Italia presionan para que la compra de material bélico se realice con ellos. Esto es lo que explica la compra de armas de diferente marca (Glock, Uzis, Pietro Beretta).
Estos hechos no son ajenos al actual Ministerio de Gobernación y del Ejecutivo en general, ya que como lo han mostrado investigaciones sobre la composición del actual gobierno, muchos de sus cuadros más importantes, formados en inteligencia militar, pertenecen a redes de militares ligados a grupos paralelos.ii
En síntesis, estos son algunos elementos importantes que están presentes en la compra de armas del MGOB. Con esta información, no es difícil cuestionar el interés del actual gobierno por resolver el problema de la violencia y la influencia de los grupos paralelos en el Estado.
i Durante la elección para la CGC en el 2010, Nora Segura fue apoyada por el actual Rector de la USAC, Estuardo Gálvez, presidente la Comisión de Postulación encargada de elegir candidatos para su selección en el Congreso. Segura pertenece a la misma estructura que el anterior Contralor General de Cuentas, Carlos Mencos, más ligado al anterior partido de gobierno (UNE). Ver Informe Final de Monitoreo (2010) para la elección de CGN del Movimiento Pro-Justicia
ii Solano, Luis. 2012. «Gobierno del PP: élites económicas y militares se reparten el control del Estado» en El Observador, 34 y 35 (año 7): 4-53. Solano afirma: «Pérez Molina anunció que López Bonilla, Julio Balconi Turcios, Ricardo Bustamente Figueroa, el general Marco Antonio González Taracena y el coronel Mario Mérida, eran parte fundamental del equipo que diseñaba el plan de seguridad del PP. Lo que destaca en esta sui géneris conformación es que, con excepción de Pérez Molina, todos tenían lazos comunicantes con [el ex-general Francisco] Ortega Menaldo y, excluyendo a López Bonilla, también pertenecían a la llamada “Cofradía”».