¿Por qué Silvia Valdés es la nueva Presidenta de la Corte?
0En una votación anunciada desde hace un mes, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) escogió a la abogada Silvia Patricia Valdés Quezada como presidenta del Organismo Judicial para el periodo 2016-2017. Su elección viene luego de una primera clara división dentro de la CSJ y se da a días que dos antejuicios cayeron sobre las figuras del Gabinete del Ejecutivo, donde resaltan las figuras de Jimmy Morales y Jafeth Cabrera, cuyos hijos están siendo señalados por corrupción y lavado de dinero, respectivamente. ¿Qué hay detrás del nombramiento? ¿Qué sabemos sobre Silvia Valdés?
Por Rodrigo Véliz
El momento político y la elección
La elección de Silvia Valdés Quezada no podía pasar desapercibida. Hace más o menos un mes, el 23 de agosto de este año, Valdés Quezada presidía temporalmente la Corte Suprema debido a un viaje de Rafael Rojas Cetina. Aprovechando esa salida, el ex magistrado Douglas Charchal pidió a la Corte que se reconsiderara su suspensión y que le dejaran integrarla nuevamente.
La carta, publicada por primera vez por la organización Justicia Ya, fue acompañada de un rumor: a cambio de reincorporarlo, Charchal y los magistrados que lo apoyaban (no se precisó cuáles) votarían por Valdés como nueva Presidenta de la Corte un mes después.
La publicación generó un amplio rechazo en las capas medias urbanas, y el supuesto plan se cayó: a los días la CSJ en pleno le quitó la inmunidad a Charchal, que inmediatamente después fue ligado a proceso por su papel en el caso TCQ, uno más en contra de la organización paralela que se escondía detrás del Partido Patriota (y donde su hermano, el militar Víctor Leonardo Charchal, recibió varias contrataciones no justificadas).
Pero otra parte del plan se mantuvo: confirmando el rumor, Silvia Valdés fue escogida como Presidenta de la Corte Suprema de Justicia el 26 de septiembre de 2016.
En un mapeo que salió en 2014, se decía que era abogada de la cúpula empresarial. Esa información fue corroborada después: cuando fue magistrada de la Sala II del Ramo Civil de 2009 a 2014 dejó sin efecto la solicitud de inscripción de Sandra Torres de la UNE, como parte de una campaña en contra promovida por personajes reconocidos de la élite empresarial.
Además, fue encargada de negocios en la embajada de Guatemala en Bogotá, donde su esposo ha sido representante legal de la empresa Panamerican Life, parte de Compañía de Seguros S.A. Por su parte, Valdés ha dado asesoría jurídica a Industrias Molina S.A., Hacienda Virgil, S.A., Jacqueline Carol, S.A., Alimentos Kraft, S.A., y Proyecto Inmobiliario San Isidro, S.A.
En las comisiones de postulación fue votada como parte de un gran acuerdo entre los grupos de abogados: llegó con 28 de 33 votos; fue la cuarta escogida, en la primera vuelta. Y ya en el Congreso fue parte del consenso: Lider le dio 48 de 49 votos, y el Patriota 47 de 48.
Y ya en la Corte, pasó a ser parte de la Cámara Civil, compartiendo con los ex magistrados y ahora procesados, Douglas Charchal y Vladimir Aguilar.
El puesto es importante por varias razones, pero para la coyuntura actual su importancia puede reducirse a dos: llevar la agenda y hacer la propuesta del orden de los temas, y su relación con otros funcionarios del mismo alto nivel. Esto es importante en la medida que se han destapado múltiples solicitudes de antejuicios en contra de altos funcionarios públicos, entre los que resaltan Jimmy Morales y Jafeth Cabrera por el polémico decreto de Prevención que firmaron hace una semana.
Pero las votaciones siguen siendo colegiadas, hechas por los 13 magistrados, por lo que el margen de influencia de la presidencia no deja de ser reducido, por más que se haya pronunciado en redes sociales a favor de Jimmy Morales. Lo importante entonces es cómo están las fuerzas dentro de la Corte.
Las fuerzas dentro de la Corte y el 2017 clave
Las elecciones de 2014 para magistrados del Organismo Judicial fueron ampliamente criticadas por oscuras. Y luego de la crisis política los miembros de la Corte Suprema se comportaron de manera uniforme: todos los antejuicios contra funcionarios fueron aceptados hasta enero de 2015, donde el diputado y militar retirado Édgar Ovalle Maldonado fue protegido por toda la CSJ.
Las primeras fisuras de la Corte no fueron por tensiones internas, sino que fueron provocadas por la CICIG y el MP: los casos de los familiares de la magistrada Blanca Stalling (Caso IGSS-Pisa) la marginaron temporalmente del pleno, y la salida de Douglas Charchal y Vladimir Aguilar por el caso TCQ abrieron nuevos espacios para María Morales Aceña de Sierra, conocida como progresista, y a Freedyn Fernández Ortiz (temporal, y señalado de favorecer a militares).
La cercanía de la elección para la presidencia en 2017 fue la que permitió ver las nuevas alineaciones luego de casi dos años de una gris y estática CSJ.
Hace una semana se habló de división por género para la elección de la presidencia: por un lado se alineaban las mujeres de la Corte (sumando 6 votos) y por el otro lado los hombres (representando 7 votos), pero el resultado de hoy mostró otra alineación.
Los dos cercanos a la sociedad civil y a la Embajada norteamericana, o que han mostrado esas inclinaciones (el actual presidente Rafael Rojas Cetina y María Morales Aceña) se abstuvieron de votar. Por su lado, las magistradas Silvia García y Delia Dávila, que en 2014 apenas lograron los votos suficientes en el Congreso, votaron en contra de Valdés.
El resto de magistrados, nueve en total, estuvo de acuerdo con la propuesta de Blanca Stalling, según dijo La Hora, confirmando el rumor de hace un mes: Silvia Valdés debía ser Presidenta.
Hay varias especulaciones que se pueden hacer al respecto. Mencionamos solamente una: si Rojas Cetina fue una respuesta de la Corte a la criticada gestión de Josué Baquiax Baquiax (con un historial de relación en las agrupaciones del empresario emergente Roberto López Villatoro), la elección de Valdés, propuesto por Stalling, es lo más cercano a un claro intercambio.