Más de treinta años y una semana, a juicio por Genocidio
1Y desde la emotividad que provoca ver más cerca la justicia, les comparto algunas reflexiones de esta semana para un día como hoy…
Después de más de treinta años del golpe de Estado, el ex general Rios Montt , quien dirigiera uno de los más oscuros periodos de la dictadura militar en Guatemala, junto a su colaborador Mauricio Rodriguez Sanchez, van a juicio oral y público, fue una semana decisiva e histórica, resultado de esfuerzos,esperanzas, luchas y persistencia de quienes por años hicieron frente para romper el silencio impuesto y la pretendida impunidad postergada.
Una semana en la sala de audiencias, que comenzaría con intenciones de entorpecer el proceso de justicia por la defensa de los militares acusados; desde medidas legales, hasta “supuestos” quebrantos de salud, no resultaron ser argumento para detenerlo de nuevo.
La sala de audiencia fue el espacio de encuentro de las luchas transitadas, las memorias necias, el persistir de los sobrevivientes del terror de Estado y Genocidio, de quienes ya han condenado a los perpetradores y genocidas; por ello con la mirada firme y el semblante sereno sabían que la verdad es innegable y la justicia impostergable.
Fue en esa sala, en donde a los seguidores y familiares de los militares acusados, el pueblo Ixil les enseñó que la memoria popular no se «limpia» ni se «borra» roseando perfume, donde el olvido impuesto se transgrede dignamente para traer en la cuenta y el relato más de 5,000 razones y sentidos arrebatados por un proyecto genocida, allí quienes nos faltan aun «cuentan» lo que «pretendieron» ocultar, borrar, desaparecer…
Al paso de los días, no faltaron las provocaciones y arrebatos de intimidación por los seguidores de los acusados, quienes a través de elementos subjetivos y simbólicos -(tomando fotos a los asistentes, expresando comentarios de provocación e intimidación, de racismo y otras actitudes propias del «fanatismo») – pretendieron traer a la escena figuras y mecanismos de odio y menosprecio, con el fin de generar temor, hechos que no por menos podrían definirse de fascistas. No resultó más la pretensión de paralizar y atemorizar, fue sólo síntoma de sus propios temores y parálisis, frente a quienes no olvidan y no dan marcha atrás en la búsqueda del esclarecimiento, la verdad y la justicia pronta.
Finalmente el juez, hoy confirmó y argumentó la consistencia de las pruebas presentadas en testimonios, relatos, peritajes y documentos, hablaron de genocidio, terrorismo de Estado, aniquilaciones selectivas y colectivas,etc. Innegable la verdad que permite dar inicio a un juicio ya bastante esperado; quedó claro que sí sabían y dieron órdenes.
Por ello condenar el “proyecto genocida” desde “los mandos estratégicos” a los “operativos” sigue siendo la lucha por la justicia que da inicio al esclarecimiento de ese pasado de terror, para deconstruir también esa suerte de “silencio y consenso pasivo” que legitima aun hoy, la violencia sistemática, cotidiana y simbólica, a la par de los relatos y las verdades prohibidas que incomodan a los culpables.
Es imprescindible dar cuenta del pasado reciente, que la justicia, el pueblo y la historia condenen a quienes a pulso de dictaduras asesoradas y dirigidas por las fuerzas imperialistas y contrainsurgentes de Estados Unidos, impusieron el Terror de Estado, el Genocidio, la violencia política sistemática, y así pretender “limpiar el campo” o el territorio, generando condiciones para la penetración e imposición, del modelo capitalista neoliberal.
Son militares, civiles y corporaciones las que deben dar cuenta ante la justicia y los pueblos en Guatemala por las más de 250,000 vidas que hoy nos hacen falta, ¡más de 250,000 esperanzas y motivos en nuestro presente y en nuestras luchas !! NI OLVIDO NI PERDÓN, JUSTICIA POR GENOCIDIO!
¡¡CÁRCEL A LOS MILITARES Y CIVILES RESPONSABLES!!
Brenda Oliva
Muy bien , Brenda!!!! Ni olvido, ni perdón .