La Puya: Entre la Dignidad de la defensa del Territorio y la Resistencia a la Minería
2Fotografías: David Oliva y CPR-Urbana (CMI-Guatemala)
Texto: H.I.J.O.S.
Desde hace poco más de dos años pobladores de San José del Golfo y San Pedro Ayampuc permanecen en la entrada de la mina El Tambor, en la llamada resistencia La Puya. Allí guardan turnos noches y días para impedir el paso de la maquinaria de un proyecto minero de interés y capital extranjero, que no fue consultado con la población afectada, y que traerá ínfimos beneficios económicos y sociales al país, amenazando además a los escasos recursos hídricos de la región.
Hace unos días las y los dirigentes, quienes han optado por la resistencia pacífica, denunciaron al gobierno de Otto Pérez Molina por su falta de voluntad política para resolver la conflictividad allí desatada.
Ayer, 23 de mayo, un fuerte contingente de las Fuerzas Especiales de la policía -FEP- (Antimotines de la PNC) y agentes de la PNC en alrededor de 50 patrullas, llegó desde tempranas horas para resguardar la maquinaria de la minera. Como es costumbre las mujeres y los hombres de la resistencia procedieron a sentarse entonando cantos y rezos cristianos que pedían e imploraban por el retiro de la PNC y la maquinaria.
Las órdenes fueron claras: abrir el paso para que la maquinaria de la minera extranjera ingresara: no importando el costo humano. Decenas de intoxicados y heridos fue el costo de una resistencia decidida y convencida a no dejar pasar a la Policía y maquinaria. En los rostros de los agentes de la Policía se podía observar temor e inseguridad, pese a que se utilizó un numero indiscriminado de gases lacrimógenos (durante las casi tres horas que duró el ataque, el ruido de las bombas no ceso por más de un minuto) el paso de los agentes no fue fácil. Pese a sufrir dos impactos directos de bombas lacrimógenas una mujer se negaba a retroceder a la embestida de los antimotines que arremetieron en contra de la población. Expresó:
Esta batalla la perdimos, pero nuestra lucha continuará…. felices triunfaremos hasta el día de ver salir al último minero de nuestro territorio
El despliegue de la PNC fue por la carretera y entre los cerros aledaños (propiedad de un miembro de la Resistencia). Los miembros de la Resistencia de La Puya tuvieron que desplegarse por los cerros, sobre todo los y las adolescentes y niños, que ubicándose en la punta de un cerro devolvían los gases lacrimógenos a los agentes policiales que no pudieron avanzar.
Las Fuerzas Especiales de la Policía, los conocidos como antimotines, luego de abrir por la fuerza bruta el paso a la maquinaria, se quedaron a la entrada de la Mina para según sus palabras «resguardar» a los mineros de la gente. Entre los cerros, en las cercanías de la resistencia de La Puya, centenas de policías antimotines y agentes de la PNC permanecían al atardecer, luego de una jornada de resistencia al paso violento de la minera el Tambor.
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LA SOLIDARIDAD DE LOS CIUDADANOS MEXICANOS DIGNOS , PARA CON NUESTR@S HERMAN@S DE LA PUYA.
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