España: La abdicación del rey
0Anteayer 2 de junio del 2014 se hizo pública en la mañana la abdicación del rey de España, la cual no nos pilló por sorpresa de igual forma a todos y todas “sus súbditos”, dado que 24 horas más tarde ya estaba redactada la Ley orgánica la cual ha de ser aprobada por el Congreso de los diputados y posteriormente por el Senado para que pueda darse la sucesión de su hijo, Felipe, como manda el artículo 56 de la Constitución Española.
La abdicación del rey no implica una transición política, se trata simplemente de un cambio de jefe de Estado por otro, en este caso correspondería según el antiguo artículo a su hijo varón, Felipe.
Foto: Diario ElPúblico
En el Estado Español, el rey es el jefe de Estado, su abdicación por tanto supone también un vacío legal con respecto al presidente del gobierno, ya que fue nombrado por él, y aunque fuera por cuestiones formales debería de dimitir y convocar nuevas elecciones.
Cabe decir que acaban de ser las elecciones al Parlamento Europeo, las cuales han dejado resultados que evidencian un cambio de rumbo de la política electoral del Estado Español, dado el avance de la izquierda, especialmente del nuevo partido político Podemos, rompiendo con el hermético bipartidismo apuntalado desde la transición a la “democracia”.
Los análisis de los resultados electorales de la reciente contienda europea, han sido valorados como golpe al bipartidismo, dado que en toda la historia de la democracia española no habían resultado unas cifras como éstas.
Los resultados del PSOE -Partido socialista obrero español- han sido los peores de su historia, perdiendo 9 escaños; por otro lado, el partido oficial, el PP -Partido Popular- perdiendo 8.
En detrimento del nuevo partido mencionado, Podemos, el cual nace ya con 6 de los 58 escaños existentes en el Parlamento Europeo, acontecimiento por ahora sin precedentes desde las primeras elecciones democráticas.
Foto: del Diario ABC
La abdicación del rey se enmarca en una situación en el que esperar a las elecciones nacionales podría traducirse en seria dificultad para aprobar la ley orgánica que garantice la sucesión monárquica. La cual ahora no corre riesgo dado el bipartidismo que impera en la política electoral española, que permite que dicha ley, al estilo de “la política vieja”, esté ya cocinada desde marzo por el Rey, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, y el jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, el cual, como costo de la derrota electoral, ha dimitido a su cargo.
Cabe decir que esto sucede en una situación en la cual la Casa real se encuentra problamente en uno de los momentos más cuestionados de la historia.
La hija mayor del rey, Cristina de Borbón, y su marido Iñaqui Urdangarin, están imputados en varios casos de corrupción por millones de euros.
A todo esto hay que sumarle, un clima social incendiario por una crisis económica que está asfixiando los hogares, en el mejor de los casos, de todo el Estado. Además de una crisis política, de la cual es protagonista la corrupción e impunidad de muchos de los cargos del partido oficial.
Una abdicación suma a este escenario una crisis también en la institucionalidad del Estado, lo que supone “una vuelta de tuerca”, que ha hecho salir a las calles tres días ya, a miles de cientos de personas, exigiendo Referéndum ante dichos acontecimientos. A esta petición se han sumado partidos políticos como Izquierda Unida, Equo, Podemos, entre otros; y en algunas Cortes o Parlamentos Locales, como las Cortes Valencianas, donde se han colgado Banderas Republicanas, que fueronretiradas posteriormente.
En la Plaza del Ayuntamiento de Valencia se instaló anteayer una guillotina como muestra del total repudio hacia la monarquía.
Foto: Periódico ElPúblico
Las banderas republicanas han hondeado en casi todas las ciudades del Estado Español como símbolo de rechazo a la sucesión, y se han instalado en los balcones de los edificios, dándole a las ciudades un clima de propuesta. El descontento social es masivo y multitudinario, al igual que la exigencia de ser consultados y consultadas ante dicho acontecimiento.
La pregunta ahora es si las personas que salen a las calles están de acuerdo en el tipo de República que desean plantear y qué pasos van a encaminarse para conseguirla.
Es importante mencionar que ya se han convocado Asambleas en muchas ciudades esta semana para exigir un Referéndum y una Asamblea Constituyente. Herramientas democráticas que por cierto no son sólo exigidas en referencia al escenario que genera la abdicación del Rey, sino también por diferentes sectores en distintos contextos, como lo es el caso de la independencia de Cataluña, donde también mediante procedimientos democráticos del propio Estado de Derecho exigen ser consultados y consultadas sobre su futuro.
Ante la negativa del poder político y económico de que la voluntad popular se haga presente mediante herramientas enmarcadas en el Estado de derecho, resulta difícil no plantearse un escenario muy adverso, el cual queda blindado, por cierto, con las medidas de corte autoritario que se están desarrollando en las leyes y reformas al código penal, como lo es la conocida como Ley Mordaza o Ley de “seguridad”ciudadana.
Foto del Blog Ágora-alcorcon15m
Frente a esto hay que analizar el privilegio del que ha gozado el rey al ser inimputable según el artículo 56.3 de la Constitución Española: “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.” Es decir, ha estado libre de ser juzgado ante la ley. Aunque tras la abdicación y dado que en la actualidad en el Estado Español no existe una Ley de Sucesión a la Corona, Juan Carlos de Borbón es sólo un ciudadano más ante la justicia española, y en la actualidad se está debatiendo si debe ser tratado ante la ley como aforado, es decir, como cualquiera de los y las diputadas.
Lo obsoleto del actual régimen político, y la necedad de mantenerlo intacto suponen la necesidad de poner en marcha un plan de crisis que ponga a funcionar toda la maquinaria del Estado, que implica no sólo lo mencionado, sino también una operación de corte simbólica fundada en la institución de la familia.
Dicha operación está inundando los medios corporativos de información los cuales de forma sistemática están desinformando a la población mediante mensajes confusos, acompañados de imágenes repetitivas de la supuesta futura heredera al trono, Leonor, la hija del actual príncipe Felipe.
La familia es fundante y funcional del orden social existente dado que es garante de que se herede materialmente el lugar social de cada quien, cosa que obviamente garantiza que “todo se quede en su lugar”.
Foto de web Huffington Post
En los contextos de crisis económica y política, las instituciones sociales operan como guardianes del sistema y del régimen, garantizándolo en todos los ámbitos. Situación que se vive desde el enchufismo cotidiano atravesado por los lazos sanguíneos, hasta la defensa a ultranza de la imagen de la familia real como ejemplo del “deber ser”que esconde los intereses reales, nunca mejor dicho.
El presente año, el presidente del gobierno ha convertido en ilegal el aborto, impidiendo la libre decisión de las mujeres sobre su cuerpo y la maternidad, medida que facilita la construcción de familias fuercivoluntariamente.
Históricamente los reajustes económicos por las crisis globales han supuesto “aprietes de tuercas” patriarcales, la Casa Real española es la imagen que encarna los grandes intereses, los intereses reales.