El acoso callejero es un precio muy alto a pagar por ser yo
0Hace unas semanas escribí sobre un debate que tengo conmigo mismx casi cada día: qué es lo que quiero vestir versus lo que termino poniéndome en realidad. La historia es más o menos así.
Escrito por Alok Vaid-Menon para Medium
Traducido por Gabriela Maldonado
Cada mañana cuando me despierto y miro mi closet me pregunto, ¿Cuánto quiero ser acosadx en la calle hoy?
Esto usualmente significa que al escoger me alejo de las faldas y vestidos y me muevo sin ganas hacía la ropa convencionalmente más “masculina”. Considero por un momento lo raro que se siente que se me haya hecho encontrar seguridad y resguardo en la masculinidad—esta cosa que en mi pasado ha sido un gran lugar de violencia y ansiedad.
Este fin de semana hice lo mismo. Me desperté. Ví mi closet y ví el vestido nuevo que me compré en oferta. Pero luego de ponérmelo supe que, de cualquier forma, tendría que pagar por ello.
En mi actuación en el centro de la ciudad por la noche todos me dijeron que les encantaba el vestido y comentaron lo fabulosx que me miraba. No mencioné las miradas, los insultos, el pánico, el terror. Sonreí, dije, “G R A C I A S”.
Después del show estaba caminando de regreso a casa con una de mis hermanas trans cuando un hombre bajó la ventana de su auto y gritó, “¡¡Qué diablos tienen puesto, maricas!!”
Hay algo especialmente desconcertante en ser acosadx justo afuera de tu casa. Como esa vez de camino a casa cuando un hombre gritó, “¡Si no se quita ese vestido verá las consecuencias!” y caminé muy, muy rápido y no volteé a ver mientras su novia se reía de mí. Nunca olvidaré su risa. Dejó una mancha en ese vestido, tan terca y permanente como el vino.
Recuerdo que para muchxs de nosotrxs el hogar no es un lugar sagrado lejos de la violencia, es en realidad un lugar constituido por violencia. Un tipo de violencia que guarda la paradoja de ser tanto eterna como sorprendente. Te mantiene de puntillas.
Esa noche comencé a pensar sobre cuántas personas femeninas que conozco somos literalmente atacadas por amarnos a nosotras mismas. Cuántas de nosotras somos acosadas aún más en los días que nos vemos de lo mejor. Cuán peligroso y letal puede ser el amor propio.
Comencé a pensar en todas los discursos dentro de nuestra cultura que están obsesionados con “la autenticidad”. Cómo nosotras las personas trans somos celebradas porque hemos “acogido nuestra verdad”. Y pienso en lo que esto hace: cómo estandariza la violencia, cómo se entiende la autenticidad fuera de la violencia, cómo borra todos los cálculos que tenemos que hacer para mantenernos a salvo y completas.
¿Podemos entender que los días en los que somos más auténticxs, que somos más nosotrxs mismxs, que nos amamos al máximo—son los días en que nos sentimos más aterradxs y asustaxs? ¿Podemos entender que no todos podemos ni debemos costear ser “auténticxs”, porque significa que se nos va a echar fuera de baños segregados, refugios, fiestas, amantes? ¿Podemos retar la jerarquía que se traza entre quienes están “fuera del closet” y son “auténticxs” y quienes no lo están—como si estas distinciones no tuvieran nada que ver con la raza, clase, seguridad, hogar, terror, historia?
¿Podemos ser más críticxs de una cultura que nos dice que tenemos que ser valientes para ser nosotrxs mismxs en lugar de desmantelar las estructuras que hacen que eso sea tan imposible en primer lugar?
Me pregunto si estamos listxs para ser más compasivxs y agradecidxs por las maneras en que hemos llegado a disfrazarnos. ¿Podemos encontrar resistencia en nuestra duplicidad y nuestra falta de sinceridad? ¿Podemos recordar las maneras en que ser inautenticx nos ha mantenido con vida?
Hoy me desperté y ví mi closet. Recordé la calle allá afuera, el hombre y la risa de su novia. Así que me puse una camisa con botones, una barba y unos pantalones, y nunca me he sentido más mujer en toda mi vida.
**Alok utiliza los pronombres neutrales “they/them” al referirse a sí mismx en inglés**
Alok Vaid-Menon es unx artista trans del sur de asia, mitad del dúo Darkmatter cuyo material audiovisual será parte de la muestra efímera de arte Queerpoéticas en la ciudad de Guatemala el 5 de diciembre.