Caso La Puya: «¿Y ésta es la paz que pregona el Estado?»

Por: Esta Tierra Es Nuestra (Red-CMI)

La población de San José del Golfo y San Pedro Ayampuc se hacen una sola pregunta: “¿Y ésta es la paz que pregona el Estado?”

Durante todo el día miércoles 09 de abril de 2014, centenares de vecinos y vecinas se hicieron presentes cuando un grupo de transportistas de la empresa TRANSMAC, S.A. llegaron con el objetivo de ingresar a las instalaciones de la concesión minera Progreso 7 Derivada otorgada a EXMINGUA – Kappes Cassiday & Associates KCA.

La población dijo:

Lo que la empresa ésta vino a hacer aquí, es tratar de intimidarnos. Nosotros nos mantendremos en nuestra posición pese a todas estas amenazas de desalojo, no nos intimidan ya que nosotros estamos pacíficamente aquí exigiendo que se respeten nuestros derechos constitucionales. Es tan sencillo para las autoridades que tienen en sus manos la decisión de cancelar este proyecto, si ésta mina la abrieran detrás de la casa presidencial de seguro el gobierno no estaría de acuerdo con el proyecto

Desde el mes de junio del año pasado, las comunidades vienen esperando que el gobierno resuelva en algo lo que prometió cuando entabló el diálogo de alto nivel con las comunidades y empresa por separado. El gobierno de Otto Fernando Pérez Molina frente a todo su gabinete se comprometió desde el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) a que iba a iniciar un proceso de auditoría por las anomalías encontradas en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sobre los riesgos de que aumente la cantidad de arsénico expuesto de manera natural en el lugar, investigar las posibles reubicaciones que la empresa minera contempla, así como una ampliación detallada sobre el estudio de utilización del agua en el área de explotación.

La empresa minera expuso que perforaría un pozo para la extracción de agua del manto freático de 30 metros superior a los pozos domiciliares, asegurando que no iban a afectar a los pozos de menor capacidad que utiliza cada familia. En ese sentido, durante la mesa de alto nivel, el Ing. Rodrígo Maegli vocero de la minera dijo:

la empresa minera no está interesada en sacar la maquinaria.

En febrero de este año llega la empresa transportista P&F a sacar la maquinaria, ya que desde octubre del 2013 no le hacían efectivos los pagos por concepto de uso y días ociosos. Según el dueño de dicha maquinaria consta en el contrato firmado entre las partes dichos pagos. La empresa minera incumplió el mismo teniendo que llegar a un acuerdo amistoso por la vía judicial.

Es ahora cuando vemos que después de celebrar el 2º. aniversario de la resistencia, otro intento más por criminalizar la lucha de La Puya con el pretexto de ingresar las máquinas de la empresa Transmac.

Llegan aproximadamente a las 8:30 de la mañana 10 personas insultando y burlándose de las mujeres que allí permanecen diciéndoles que iban a dejar la maquinara para la feria; entre risas burlonas, “ni buenos días nos dijeron los mineros” informaron las mujeres que no les dieron permiso de paso para alterar la entrada de la mina.

Luego empezaron los teléfonos a timbrar convocando a toda la población mientras los camiones retrocedían lentamente rumbo a la cabecera municipal de San José del Golfo detrás de la “Zona Cero” establecida por la PDH desde noviembre de 2012 cuando ocurrió el hostigamiento de los mineros.

La población decía:

Ahora nos damos cuenta de que ésta es la paz que habla el gobierno y su capacidad de evitar conflictos, la paz militar, la paz del negocio, la paz de las empresas…

Decían esto porque notaron que las puertas de los cabezales que trasladaban las retroexcavadoras había una calavera con un cuchillo en los dientes, un balazo en el pómulo derecho, la cara rajada y una boina que identificaba la procedencia de este peculiar logotipo.

El contingente empresarial no llevaba personal de seguridad visible, pero si iba escoltado por 5 patrullas de la PNC y varios elementos de la comisaría 12, quienes empezaron a recabar los nombres de las personas con chalecos que identificaba a defensores de Derechos Humanos, mientras la gente de cascos naranjas murmuraban,

«Mírelos hasta uniformados vienen con sus chalecos, ellos son los que vienen a manipular a toda esta gente, ellos no son de aquí”, mientras tomaban fotos a personas que laboran en una institución ambientalista.

Luego al iniciar la mediación con la PDH, vieron que su ingreso al predio no iba a ser posible ya que eran aproximadamente 200 mujeres y hombres que habían llegado al lugar. Desconectaron los cabezales de la plataforma de remolque mientras hábilmente con la retroexcavadora giraban en un espacio no mayor de 10 metros el ancho del camino de terracería obstaculizando la locomoción, ocasionando congestionamiento de buses de transporte público y Tuc tuc’s que transitan en la zona.

En horas de la tarde más personas se auto convocaron a La Puya, ya que había información de que 20 radio patrullas se movilizaban a San José del Golfo y existía una amenaza de desalojo. Ante lo cual, Claudia Samayoa directora de UDEFEGUA se pronunció al respecto:

El Ministerio de Gobernación engaña a la comunidad en resistencia en La Puya, a defensores y defensoras de derechos humanos y a la PDH. Después de un proceso de negociación se había retirado los camiones y los de la empresa así como la policía y se había dado por concluida la crisis. Luego hemos sido informadas y hemos constatado que un operativo grande de policía está en El Fiscal esperando órdenes y que cada vez se aglomeran más policías cerca de la resistencia.

Mientras la maquinaria se retiraba del lugar, los elementos policiacos en su mayoría mujeres, ingerían sus sagrados alimentos en El Fiscal, comunidad donde finaliza la ruta del transmetro, antes de llegar a San José del Golfo.

La incertidumbre crecía en la población a medida de que ningún funcionario les notificaba o daba el aviso de una posible orden de desalojo. Los rumores giraban en torno a que iban a proceder por la fuerza en base a la recién aprobada Ley de Túmulos.

Los y las comunitarias ven este tipo de intentonas mineras como una estrategia más para criminalizar, intimidar y desgastar la resistencia. Ya que esperaban que La Puya reaccionara de una forma diferente a la que están acostumbrados siendo estos totalmente pacíficos. En todo caso exponen su territorio cuerpo para frenar cualquier avance y así preservar la vida natural del lugar a pesar de cualquier daño físico que les pudiesen ocasionar.

«La movilización de policías mujeres es porque la mayor parte de la resistencia la conformamos mujeres y según la ley ningún hombre nos puede tocar”, decían las vecinas.

Con incertidumbre caía la tarde y poco a poco las patrullas se retiraban una por una, mientras la empresa EXMINGUA continuaba diciendo que no se retiraría del lugar hasta poder entrar, a pesar de que su maquinaria había regresado seis horas atrás. Dicho sea de paso, se hicieron presentes trabajadores que nunca habían aparecido en escena.

En horas de la noche la resistencia demostró su descontento con estas incursiones innecesarias, ya que ellos pierden el día completo de trabajo en la tierra, por estar atendiendo la falta de comunicación del sistema de diálogo, ya que en repetidas ocasiones le han dicho a la empresa extractiva que se comunique con el Comisionado Presidencial para el Diálogo Permanente Miguel Ángel Barcárcel.

“El Estado de Guatemala se está prestando para este tipo de juegos, nosotros pensábamos que iban a dejar de hacerlo, porque estamos en una mesa de diálogo de alto nivel con el Presidente de Guatemala y parece que le están haciendo caso omiso. Entonces estamos haciendo esta denuncia pública de que nos han llamado a la presidencia platicar con Otto Pérez y resulta que hoy están demostrando todo lo contrario. Están burlándose prácticamente del pueblo de San Pedro Ayampuc y San José del Golfo y de todos los municipios circunvecinos”, puntualizó un representante comunitario.

En horas de la noche quedaron muchas personas a la orilla de la carretera a la espera de cualquier eventualidad y el tiempo que sea necesario para que el Estado responda a lo que se comprometió.