Brasil: Un desalojo, Dandara y la resistencia histórica.
0En la madrugada del viernes pasada, 70 familias que vivían en el edificio Dandara en la región centro-oeste de São Paulo, fueron desalojadas por un operativo de la Policía Militar.
(artículo sigue después del video)
El operativo
A las 6 de la mañana, y antes de que saliera el sol, la Policía Militar ya había bloqueado las dos entradas a la cuadra. Mientras, las familias permanecían en alerta dentro del edificio, analizando posibles estrategias de respuesta ante el desalojo, que pudiera ser violento. Se analiza la opción de resistir, pero se sabe que esta no sería sin riesgos. Es frecuente que la Policía Militar use bombas de efecto moral y gases lacrimógenas para obligar las personas a salir de los edificios ocupados, cuando ellas resisten. Debido a la presencia de muchos niños las familias definen no resistir esta vez, pero sí exigir camiones suficientes para trasladar sus muebles para otra ocupación, que servirá como su nuevo hogar.
Poco tiempo después, con armas de proyectiles de gas apuntando, un pelotón de la Policía Militar penetra el edificio teóricamente en búsqueda de armas o drogas. Las familias aceptaron salir, pero la frustración es grande cuando la Policía Militar no acepta que representantes de las familias acompañen y supervisen el pelotón. Hay demasiados historias de “siembra” de drogas, o de objetos robados, y las familias temen que pase de nuevo.
Mientras la policía resguarda la entrada de lo que hasta este momento era el hogar de las familias, estas solo pueden pasar de cuatro en cuatro para recoger muebles y cargarlos al camión que espera fuera, sin más equipo que sus propias manos. Hasta 12 horas más tarde logran concluir el traslado, ya con hambre, ya cansados. El desalojo tuvo varias irregularidades. Una de las más graves fue la no presencia del Consejo Tutelar, que es la figura que en Brasil debe garantizar que los derechos de niños y jóvenes en estado de vulnerabilidad sean cumplidos.
El movimiento Tierra Libre
Dandara había sido ocupado por las familias 6 meses atrás, en septiembre 2014. Hasta entonces el edificio fue abandonado por más de 30 años. Ahora son los herederos del dueño anterior que pretenden repartirse la herencia, y solicitaron el desalojo. Uno de ellos está presente durante el desalojo, acompañando la comandancia de la Policía Militar.
Dandara es un edificio céntrico, y el Movimiento Popular Campo y Ciudad “Tierra Libre”, insiste en que las ocupaciones deben ocurrir en el centro, y no solo en la perifería de São Paulo. “Tenemos que quebrar la segregación en la ciudad”, afirma un integrante del movimiento. “Estas familias no están en condiciones de viajar tres horas para llegar a sus trabajos, que están en el centro”. Las políticas públicas en Sao Paulo siguen situando a familias “sin techo”, en las periferias, mientras ofertas de cultura, transporte público, escuelas, y hospitales se concentran en el centro. La enorme ciudad es cada vez más sesgada, y la perifería sigue creciendo.
Tierra Libre tiene presencia en 7 estados de Brasil y es uno de los muchos y diversos movimientos que ocupan tierras y edificios, que según la constitución brasileña no cumplen su función social. La definición de “función social” puede ser resumida como tierra que no produce, o donde se comprueba existencia de trabajo esclavo; o en las ciudades, los edificios vacios que han sido abandonados por muchos años. “La función social” está disputando el derecho privado a la propiedad.
En una ciudad con más de 290 000 edificios abandonados, mientras más de 1,2 millones de personas no tienen casa, la realidad se vuelve extrema, y la disputa importante. Desde la década de los 90s la ocupación de edificios abandonados en las ciudades ha sido estratégico para el movimiento social para alertar a la población y el poder público que urge crear políticas públicas más justas, y garantizar los derechos de la clase trabajadora a un techo, pero también a una vida digna. Después de las grandes manifestaciones que sacudieron Brasil en junio 2013, estos movimientos han tenido un nuevo auge, y los nuevos movimientos que realizan ocupación tienden a ser críticos a las programas gubernamentales de Minha Casa Minha Vida, y al gobierno de PT.
Dandara, la lucha continua.
La resistencia histórica del pueblo negro en contra de la esclavitud y la explotación es reflejada en el nombre del edificio. Dandara fue una guerrera negra del importante Quilombo de Palmares, que llegó a unir más de 30 000 personas que se refugiaron de la esclavización en Alagoas en el norte de Brasil. Junto a Zumbi, ella luchaba contra el sistema esclavista en siglo XVII. Mientras que de Zumbi existen muchos relatos, de Dandara hay escasos registros, pero se le reivindica como una mujer ágil, guerrera y capoerista que participaba en las planificaciones estratégicas de resistencia en el Quilombo.
Y, al mismo tiempo que la resistencia contra la esclavitud no pudo ser contenida por la destrucción de Palmares, es evidente que el movimiento que hoy ocupa y resiste en las ciudades no podrá ser contenido con un desalojo.
En el caso del edificio Dandara, la continuidad de la resistencia es clara. Las familias habían sido notificadas sobre la orden de desalojo una semana antes y inmediatamente realizaron otra ocupación. Su nuevo hogar será en Pinheros, barrio burgués y céntrico en São Paulo, donde existen pocas ocupaciones. Un integrante explica “La lucha continua, nos organizaremos más, y habrá más ocupaciones y con certeza más desalojos también. No es posible que en una ciudad en donde se encendieron 60 favelas el año pasado, se dé la espalda a la cuestión de viviendas”.