Por CPR-Urbana (Red CMI-G)
Fuente: CPR-Urbana
El 17 de agosto fueron enterrados Luciano Can Cujub, Oscar Chen Quej y Sebastian Rax Caal. Los tres fueron asesinados extrajudicialmente dos días antes por miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) en un operativo gubernamental sin precedentes desde la firma de la paz. El operativo buscó neutralizar dos luchas importantes en la región del pueblo Q’eqchi’ de las Verapaces. La primera lucha, la de la comunidad de Monte Olivo frente a la intención de imponer la represa «Santa Rita» en el Río Dolores y la lucha del Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) en su demanda por la nacionalización de la energía eléctrica que se extiende a diversas regiones del país.
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El operativo gubernamental estuvo compuesto por la PNC, el ejército y miembros de otras comunidades cercanas y afines a los intereses de la empresa hidroeléctrica. Primero ingresaron a la comunidad de Monte Olivo con la intención de realizar capturas de los dirigentes que se oponen a la construcción de la represa «Santa Rita» y posteriormente se dirigieron a la comunidad 9 de febrero para desalojarla y destruir las pocas viviendas que allí quedaban.
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La otra etapa visible del operativo gubernamental buscó dar continuidad a la persecución del Comité de Desarrollo Campesino -CODECA-, que el pasado mes de junio sufrió el arresto de tres dirigentes, sindicados de promover y cobrar por conexiones eléctricas «ilegales». Sus nombres son Mauro Bay, de 60 años, Blanca Julia Ajtún de 38, y Mariano García Carrillo, de 64.
En palabras del Ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, la muerte de los campesinos de Semococh fue producto de la necesidad de actuar, y estos abrían sido asesinados según él por los propios comunitarios que mantenían como rehén a 8 policías para exigir la liberación de los lideres de CODECA detenidos en Raxruha: Rafael Chub y María del Carmen del Cid capturados un día antes.
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Los cuerpos de los campesinos ejecutados por las fuerzas policiales fueron llevados en hombros por cerca de mil doscientos comunitarios, que en medio de la indignación exigían a las autoridades del Ministerio Público hacerse presente para recabar las pruebas y determinar quiénes fueron los responsables. Sin embargo, para algunos testigos la verdad está dicha: los comunitarios fueron ejecutados por la PNC, en medio del rescate de ocho agentes que permanecían en manos de los pobladores de la antigua Aldea Modelo.
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Los pobladores de Semococh se han dedicado a señalizar todo lo que para ellos podría arrojar la verdad de lo sucedido, bombas lacrimógenas, cascabillos de balas y ropa ensangrentada, se mantiene en su lugar a la espera que el Ministerio Público se presente. Entre piedras y estacas de madera todos los niños y niñas ayudaban a buscar y resguardas las pruebas.
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ESTO ES MUY LAMENTABLE PERO PRONTO SABREMOS LA VERDAD Y LA JUSTICIA A NUESTROS PUEBLOS