Vídeorreportaje: Gira Internacional de denuncia contra empresa Hidralia en Europa
1Durante el mes de junio del presente año dos representantes de la Resistencia de Barillas y del Gobierno Plurinacional de los Pueblos chuj, akateko, q’anjob’al, popti´y mestizo realizaron una gira internacional por España, Bruselas y Ginebra, en la cual se denunció la situación de los pueblos de esas regiones, en el marco de un contexto de criminalización y persecución política de los y las defensores de derechos humanos.
Los representantes, Micaela Antonio y Alfredo Baltazar, presentaron una queja ante la Defensoría del Pueblo en España y ante el Tibunal Permanente de los Pueblos en Ginebra, por las violaciones de derechos humanos que la empresa española Hidralia ha cometido en territorio guatemalteco.
Presentaron el caso de Hidralia en el Palacio de Naciones Unidas en Ginebra (ONU), y participaron en las reuniones en las que se logró la resolución para la elaboración de un reglamento de las Naciones Unidas que permita regular las acciones de las empresas transnacionales.
Durante la gira se realizaron múltiples reuniones con distintas organizaciones, organismos públicos, parlamentarios y parlamentarias y medios de comunicación con la intención de dar a conocer las prácticas que dicha empresa está implementando en Guatemala para ejecutar su proyecto.
La denuncia del caso de Hidralia, y de los casos de esa región de Guatemala permite ampliar a nivel internacional redes de solidaridad con las propuestas de desarrollo de los pueblos, ya manifestadas en múltiples mecanismos democráticos como lo son las Consultas Comunitarias de Buena Fe, actas, memoriales, informes, asambleas, reuniones, mesas de diálogo, etc.
Mecanismos que no han sido tomados en cuenta por las instancias estatales correspondientes de atenderlos, además establecer una política estatal de criminalización, persecución política y judicialización a la que estan sometidas las personas que defienden su territorio de forma pacífica de la penetración transnacional empresarial.
Es hora que los pueblos no nos dejemos engañar, y que nos ofrezcan un modelo de desarrollo que no va con nuestra ideologia ancestral.