Deficiencias en estudio de impacto ambiental de mina “El Tambor”
0Expertos estadounidenses hallaron serias y abundantes deficiencias al realizar una investigación sobre el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la mina “El Tambor” en San José del Golfo, El Progreso, elaborado por la empresa Exploraciones Mineras de Guatemala, S. A. (EXMINGUA). Los especialistas, designados por el Colectivo Madre Selva, señalaron que el documento no cuenta con suficientes datos sobre el riesgo que representa para la salud de la población y el entorno ambiental la presencia de arsénico y otros metales contaminantes en los residuos derivados de la actividad minera. Sin embargo sí verifica que existe suficiente agua para que la mina pueda desarrollar sus actividades sin contratiempos.
Los científicos Robert H. Robinson y Steve Laudeman, opinaron que los planes contenidos en el EIA son “vagos” y “poco más que una declaración de intenciones” referente al monitoreo necesario para cerciorarse que la minera satisfaga los compromisos adquiridos en cuanto a reducir la contaminación, así como tampoco considera el costo social y ambiental para la población del país sino únicamente los beneficios económicos para la empresa.
Robert Robinson advirtió que este tipo de actividad extractiva ocasiona daños duraderos en el ambiente luego de haber cesado la explotación, razón por lo que en otros países se requiere el pago de una fianza denominada “garantía de recuperación”que asegure la existencia de un fondo que pueda financiar los proyectos de reparación de los daños que podrían durar por más de 100 años. En el caso de “El Tambor” no se estableció un plan de mantenimiento, tratamiento y recuperación, posterior al cierre de la mina, como sí se logró que hiciera Goldcorp en la mina Marlin de San Marcos.
La mina, también denominada “Progreso VII Derivada”, podría afectar a la población, no sólo con la liberación de arsénico y otros metales pesados al ambiente, sino por los minerales contenidos en el polvo generado por la minería a cielo abierto y por la desviación de ríos y otras fuentes de agua, lo que evitaría su uso.
Este análisis, realizado por Robinson y Laudeman acerca, del EIA elaborado por la empresa subsidiaria de la estadounidense Kappes, Cassiday & Associates y presentado al Ministerio de Energía y Minas para la aprobación del proyecto en San José del Golfo, fue expuesto en una conferencia de prensa, el martes 12 de febrero en la ciudad capital.
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