La labor pedagógica-ideológica es lo que es el centro de la Reforma Universitaria
0Por: Rebeca Bocafloja
«La mano que maneja la pluma vale tanto como la que conduce el arado”.
Arthur Rimbaud.
Al explicar que todo proceso histórico únicamente es posible definirlo a posteriori y entenderlo como un in continuum, puesto que son las intencionalidades de lo que se plantea, en este caso se hallan en las Metodologías de la Reforma Universitaria, lo que le da forma al proceso y las circunstancias que lo rodean y que crea, su determinación.
Seguimos aquí la Recomendación que da Edgar Morín (2001; 2) en cuanto a lo que es esencialmente la Universidad y que él llama Carácter transecular: “La Universidad no puede tener por vocación directa una formación profesional (lo cual conviene a las escuelas técnicas) sino una vocación indirecta por la formación de una actitud de investigación” es decir lo que la Universidad esencialmente realiza es formar la manera en la cual se percibe el mundo, se trabaja con el mundo y se cambia el mundo. Ello básicamente es el fenómeno pedagógico de la Universidad.
El fenómeno pedagógico: aquel en el cual se aprende, es de suma importancia en el campo de lo social tanto por el rol que juega en cuanto a la sociabilización humana, la creación y formación de la mentalidad y la capacitación de los miembros de un grupo; ha sido abordado por diferente teóricos que mayoritariamente responden a dos corrientes: una educación que puede ser hegemónica –que no pone en duda el sistema imperante y el educando se adapta para vivir en él- y otra que es anti hegemónica –que busca que el educando piense por sí mismo y no tenga que aceptar sistema imperante como una norma establecida. El primero se ve plasmado en la actualidad en las teorías que se refieren en al proceso enseñanza-aprendizaje como un proceso de capacitación gradual en el cual el educando alcanza objetivos establecidos y desarrolla habilidades determinadas, como puede verse plasmado en el actual Curriculum Nacional Base (CNB) de Guatemala –en el nivel Primario- y los programas de educación de la Universidad de San Carlos de Guatemala específicamente en la Escuela de Historia y el Curriculum de la Carrera de Antropología.
La segunda corriente puede verse plasmada en los trabajos de Fernando Savater (1996), y Paulo Freire (1958) al referirse al proceso enseñanza-aprendizaje como aquel que busca: enseñar al educando a pensar por sí mismo –además de utilizar todo aquello que está en su alrededor (contexto)- y de esta manera resolver los problemas que están en su alcance inmediato, sino también mediato y deconstruir la realidad y observarla tanto críticamente como analíticamente.
Siendo estas dos corrientes los antecedentes teóricos inmediatos en cuanto se refiere a la Reforma Universitaria y lo que es la lucha entre estas dos corrientes tanto en el plano político que estas aspiran a constituir –la universidad para qué- y función social que pretender impartir –la universidad para quién-.
Esto para Giddens contrae dos efectos en cuanto se refiere a la educación como un sistema que es desigual por lógica y que mantiene el sistema imperante y otro a que ata al individuo –al formarse este allí- a permanecer en cierta clase o estrato y de vez en cuando ascender a otro, a esto él le llamara las: teorías de la escolarización y la desigualdad: que se refiere a que las personas antes autosuficientes ahora son obligadas a depender de doctores, profesores, televisión, patronos… para su subsistencia. Se subraya la conexión entre el desarrollo de la educación y los requisitos económicos de disciplina y jerarquía. Tiende a inculcar un consumo pasivo (aceptación acrítica del orden social existente). Su papel es “saber cuál es su sitio y mantenerse quietos en él”.
que la división en el seno de la mesa multisectorial de Reforma Universitaria se debió a que el sector oficialista consideraba que la reforma debía poseer elementos conservadores para evitar la injerencia de elementos exteriores, en sus palabras enemigos de la USAC, mientras que el sector popular opinaba que la reforma era un ejercicio de autoconciencia y que los elementos conservadores, tanto su omisión como el no decir lo que ocurría en la USAC, era lo que no permitía el cambio en esta, que debía de ser de carácter profundo y radical.
Se observa pues que la propuesta oficialista de la USAC cerca la participación popular a través de la elección de planillas para los congresos de Reforma Universitaria, de esta manera creando candados –según ellos- para evitar la intromisión de agentes externos de la universidad, de igual manera en el desarrollo metodológico de lo que se le conoce como “diagnósticos” no se elabora ni se sugiere matriz para el desarrollo de los mismos, sino que se encarga a unidades técnico-científico de la USAC, que lo desarrolle, para evitar que ciertas cosas salgan a la luz o se salgan de control.
Lo anterior deviene en que la Reforma Universitaria es propiamente académica con vistas de reforzar el modelo programático actual, potencializándolo y mejorándolo lo que se expresa en una educación de carácter clasista y aislada de lo propiamente ético y social.
La metodología de los sectores populares a su vez crea y conforma asambleas que buscan evitar que las redes de corrupción a lo interno de la universidad entren a la Reforma Universitaria, lo que se puede dilucidar como ganchos internos, buscando salvaguardar de sí misma a la Universidad lo que se expresa en una forma de participación bastante abierta pero que a su vez no empodera en demasía a ciertas figuras sino que las reduce a papeles de delegados y voceros, no así como en la primera de representantes.
Esta última metodología se acerca más a los enfoques de una educación liberadora ya que permite en sus aspectos más básicos una correlación entre la UNIVERSIDAD, la población, la ética y política. El proceso de Reforma Universidad dependerá del análisis de las metodologías elaboradas por la Mesa Multisectorial y en los acuerdos firmados el pasado miércoles que deja la toma de 126 de rectoría donde el CSU se compromete a convocar a la comisión bipartita que será conformada por 16 miembros, también a socializar las dos metodologías la oficialista y la metodología que sale de la toma de la universidad de 54 días firmadas por EPA en el 2010. En ese sentido las autoridades universitarias se comprometen a quitar las medidas disciplinarias y los cargos impuestos en el MP en un desistimiento de lo que fueron sindicados 13 estudiantes que defienden los derechos humanos exigiendo una educación pública superior.
La educación es un derecho no un privilegio por eso se busca la transformación de la misma porque somos testigos, protagonistas y víctimas de una guerra ideológica empeñada en imponer los valores éticos, estéticos y morales burgueses más nocivos y aberrantes.