Qué fuerzas operan detrás del Embajador de Guatemala ante la ONU
0En la reunión sostenida entre la canciller Sandra Jovel con el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, el 1 de febrero, estuvo presente el Embajador de Guatemala ante la ONU, Jorge Skinner-Klée Arenales, donde criticó abiertamente el papel del comisionado Iván Velásquez, cabeza de la CICIG. La posición contra el Comisionado de la CICIG adoptada por Skinner-Klée contra Iván Velásquez, no es nueva. El 25 de agosto de 2017, fue Skinner-Klée quien acompañó al Presidente de la República, Jimmy Morales a la reunión sostenida con Guterres en la ONU, para pedirle la renuncia de Velásquez. Surge entonces la pregunta qué papel está jugando Skinner-Klée en el accionar diplomático contra Velásquez, y a la postre, contra la CICIG, y qué intereses estarían detrás del diplomático que se formó en el recién desaparecido bufete Arenales & Skinner Klée, fundado por reconocidos abogados y diplomáticos de Guatemala.
Por Redacción
Según se lee en el documento de Ayuda de Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores, sobre la reunión celebrada recientemente en Naciones Unidas, filtrado al diario elPeriódico y publicado el 6 de febrero, Skinner-Klée “destacó que no existe supervisión de la labor del Comisionado Iván Velásquez y que su labor demuestra que la oposición y la judicialización de la política en muchos casos es evidente. El Comisionado Iván Velásquez ha hecho una estigmatización de las personas sindicadas, aun sin haberse emitido sentencias, lo cual demuestra particular tendencia a estigmatizar a un sector de centro-derecha. La CICIG de continuar operando en Guatemala pero el país no necesita un factótum o un regente, indicó el embajador.”
Pareciera que el Embajador es el artífice de ese objetivo que no cesa para expulsar a Iván Velásquez, pero con el respaldo de grupos conservadores del poder tradicional que le han dado el espaldarazo al gobernante Morales.
¿Y cuáles podrían ser esos grupos? Hay una estrecha coincidencia entre el discurso y lo actuado por Skinner-Klée con la posición adoptada por la Asociación Liga Pro Patria en el documento publicado el 30 de agosto de 2017, bajo el título “Confabulación entre la CICIG, el Ministerio Público y la Corte de Constitucionalidad”, en el que se hace un cuestionamiento desde el particular punto de vista de esa instancia y del abogado autor José Luis González Dubón, contra el amparo interpuesto por el MP y la CICIG que buscó dejar sin efecto la decisión del mandatario Morales de declarar non grato al Comisionado de la CICIG, curiosamente publica poco después de aquella reunión de Morales con Guterres.
Los mismos argumentos esgrimidos por González Dubón y la Liga Pro Patria fueron prácticamente expuestos en un video del partido de gobierno FCN, en el que su secretario general, el diputado Javier Hernández pide que Iván Velásquez se retire del país “para evitar la polarización de la población”. Incluso, la lectura de sus argumentos coincide textualmente con el documento de la Liga Pro Patria.
Es sabido que entre los fundadores de la Liga Pro Patria, además de González Dubón, se encuentra el agroindustrial azucarero Carlos Widmann Lagarde, proveniente de la reconocida familia Widmann, vinculada al expresidente Óscar Berger (su esposa Wendy Widmann Lagarde de Berger) y al azucarero Walter Widmann Luna (ya fallecido, y padre los Widmann Lagarde) quien le abrió las puertas a la corriente religiosa Opus Dei en Guatemala.
Uno de los hijos de Carlos Widmann Lagarde, José Ricardo Widmann Roquer, está casado con María Inés Arenales Brodtmann. Ella fue integrante del bufete Arenales & Skinner Klée, al igual que su padre, Alejandro Arenales Farner (hijo de Alejandro Arenales Catalán, fundador del bufete).
Mientras que una hermana de Carlos Widmann Lagarde, Silvia Widmann Lagarde de Díaz, tiene entre sus hijas e hijos a Gabriela Díaz Widmann, quien casó con Jorge Skinner Klée Arenales, actual Embajador de Guatemala ante la ONU. Skinner-Klée es hijo de Jorge Skinner Klée Cantón (abogado, diplomático e intelectual ya fallecido) y Concha Arenales Catalán. Skinner Klée Arenales, al igual que su padre, integró el bufete Arenales & Skinner Klée.
Otro de los hijos de Silvia Widmann es el empresario azucarero Alan Francisco Díaz Widmann, uno de los gerentes de lo que fue el ingenio azucarero Chabil Utzaj (en el Valle del Polochic), quien casó con María Isabel Arenales Brodtmann, cuñada de José Ricardo Widmann Roquer. Arenales Brodtmann es otra hija del prominente abogado Alejandro Arenales Farner.
Esas relaciones familiares toman mayor relevancia si se toma en cuenta que entre quienes fundaron el bufete Arenales & Skinner Klée se encuentra Jorge Arenales Catalán (abogado y diplomático ya fallecido), padre del abogado y ex Secretario de la Secretaría de la Paz (SEPAZ, -durante el gobierno de Otto Pérez Molina y el PP), Antonio Arenales Forno, también un crítico acérrimo de la CICIG.
En el caso de Jorge Arenales Catalán fue una figura ideológica del movimiento contrarrevolucionario de 1954. Fue Ministro de Economía en el gobierno del coronel Carlos Castillo Armas, y junto a su hermano Emilio fueron baluartes ideológicos que guiaron a nuevos grupos de la oligarquía a insertarse en los negocios mineros y petroleros de la época. Arenales Catalán fue Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Julio César Montenegro y luego del gobierno siguiente del general Carlos Manuel Arana Osorio, en el cual también fue ministro de Gobernación. Junto a su hermano Alfredo, estuvieron entre los fundadores del partido ultraderechista Movimiento de Liberación Nacional (MLN). La esposa de Jorge Arenales Catalán es María del Carmen Dora Forno Siguere.
Una hija de ese matrimonio, Silvia Beatriz Arenales de Castillo, está casada con Ricardo Castillo Sinibaldi, ex candidato a la Vicepresidencia de la República por el PP en las elecciones generales de 2007, cuando Pérez Molina participó como candidato presidencial por primera vez, y quien fue uno de los principales financistas del PP.
Por lo visto hasta ahora, son las fuerzas conservadoras tradicionales de antaño, que perviven a la fecha bajo las sombras de instancias empresariales; alianzas religiosas como el Opus Dei, el neopentacostalismo y el sionismo; e instancias políticas con raíces en la extrema derecha las que buscan mantener el status quo, convirtiéndose así en los principales opositores a la CICIG y su Comisionado.