El 8 de octubre, en un nuevo intento por salir de la famosa prisión de máxima seguridad Pollsmoor, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, Diego Carlos Estuardo Dougherty Novella ofreció 500 mil rands (US$35 mil) como fianza para obtener arresto domiciliario. Dougherty Novella guarda prisión en ese lugar desde julio de 2015, acusado del asesinato de su novia Gabriela Kabrins Alban.

Por Equipo de Análisis

Foto: INDEPENDENT MEDIA

El 12 de octubre, la Corte a cargo del caso (Western Cape High Court) no aceptó por segunda vez la oferta de fianza de Dougherty Novella, luego que hace unas semanas esa Corte dictaminó de igual manera. En esta segunda oferta, Dougherty Novella agregó control electrónico y supervisión de una agencia de investigación privada en el domicilio sugerido para su detención.

De esta manera, la apelación de la defensa legal de Dougherty Novella falla nuevamente para que su cliente salga de esa prisión considerada la de más alta seguridad, donde se encuentran prisioneros algunos de los criminales más peligrosos de Sudáfrica. Pollsmoor es recordada por haber sido la prisión donde estuvieron detenidos importantes líderes anti apartheid, como Nelson Mandela (el apartheid fue el sistema de segregación racial en Sudáfrica y Namibia, entonces parte de Sudáfrica, en vigor hasta 1992. Fue llamado así porque significa ‘separación’ en afrikáans (lengua germánica derivada del neerlandés hablada principalmente en Sudáfrica y Namibia.)

Hijo de Juan Pablo Dougherty Arguello (fallecido en abril mientras Dougherty Novella guardaba prisión) y Margarita María Novella Wyld (fallecida en 1999, integrante de la millonaria familia que ostenta el monopolio cementero en Guatemala) Dougherty Novella se encuentra a la espera de la apertura a juicio de su caso el 28 de octubre.

De nada sirvió que el abogado de la defensa William Booth, sostuviera que los alegatos de la fiscalía que acusa Dougherty Novella, no eran suficientes para demostrar que su cliente representaba un riesgo de fuga.

Booth dijo a la Corte que el Estado tenía que apoyar sus afirmaciones con pruebas, tales como que su cliente tenía una tendencia a no cumplir las órdenes judiciales, o había eludido previamente sus audiencias judiciales.

El hecho de que su cliente era un viajero frecuente, provenía de una familia rica con intereses comerciales en el extranjero, y tenía pasaportes guatemalteco e italiano no era base para afirmar que él era un riesgo de fuga.

Por el contrario, dijo Booth, había varios indicios a su favor como el hecho de que estaba dispuesto a cooperar con las autoridades. Además el apoyo que su familia y el Cónsul de Guatemala habían dado a las autoridades y la disposición de Dougherty Novella para ser sometido a control electrónico y estar dispuesto a ser supervisado por una agencia de detectives.

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