La privatización de los museos: sobre el Museo Maya de América
0La Corte de Constitucionalidad permitirá el desalojo de los vendedores del Mercado de Artesanías, ubicado a poca distancia del aeropuerto internacional de La Aurora. En su lugar se construirá el Museo Maya de América, donde tiene inversiones la familia Paiz y el apoyo de Perenco, la polémica petrolera francesa
Por Marta Gutiérrez e Isabel Aguirre
Los intereses empresariales y corporativos tocan también el ámbito del patrimonio arqueológico, etnológico y natural. Aquí se presenta una crónica de sucesos recientes referidos al intento de construir un complejo arquitectónico cuyo propósito es expropiar de una vez por todas, las funciones públicas de conservación, preservación y exhibición del patrimonio cultural de Guatemala. Se trata del Museo Maya de América (MUMA) impulsado por la Fundación La Ruta Maya, una subsidiaria en Guatemala de una fundación filantrópica estadounidense que lleva el mismo nombre. Sus directivos más conocidos son miembros de la familia Paiz Andrade.
** El siguiente es un resumen que se realiza con autorización de El Observador.
El inicio
Maya: de l’aubeaucrépuscule, fue el nombre que recibió la exposición que duró casi cuatro meses en el Quai Branly, museo parisino de etnología. Se puso a disposición de los visitantes una colección de piezas arqueológicas provenientes del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala, algunas llegaron provenientes del proyecto El Mirador, y otras piezas eran de coleccionistas privados como las de Fernando Paiz Andrade y la Fundación La Ruta Maya.La empresa Perenco Guatemala fue la patrocinadora, y el curador el arqueólogo estadounidense Richard Hansen, Director del proyecto arqueológico El Mirador, el más grande hasta ahora descubierto en Guatemala y donde se encuentra una de las ciudades
más significativas de este hemisferio que existió en lo que los arqueólogos llaman tierras bajas Mayas, entre el año 1000 y 600 a.C.
En esos mismos días de mediados de julio de 2010, el presidente Álvaro Colom, renovó el contrato por 15 años más a la petrolera Perenco, y entregó a la diplomática francesa la Orden del Quetzal en el grado de Gran Cruz, máxima distinción honorífica que el gobierno guatemalteco otorga a funcionarios de otras naciones. Días después, la embajadora francesa por su parte entregó al señor Fernando Paiz Andrade, las insignias de las Artes y las Letras, orden que el gobierno francés entrega a las personas distinguidas por sus creaciones artísticas o literarias en el mundo, o por su contribución a éstas.
Allí comenzó la idea.
¿Qué es el Museo Maya de América?
Toda la información que se tiene hasta ahora viene de un documento de 83 páginas, dividido con 20 títulos acompañados de bellas fotografías de piezas arqueológicas provenientes de la colección de la Fundación La Ruta Maya. Sus ejes son 6:
1) Se trata de un “museo de clase mundial”, que pretende salvaguardar los tesoros mayas de Guatemala para lo cual seguirá los estándares internacionales de acreditación de museo, incluyendo la disposición arquitectónica del edificio y el uso de tecnología de punta.
El hermano menor de la familia es Fernando Paiz Andrade, que además de coleccionista de piezas prehispánicas es un empresario de la hotelería, la agroindustria y la energía en Centroamérica2) Será el “museo de arqueología maya más importante del mundo”, dedicado especialmente a conservar el patrimonio cultural de Guatemala, basándose en la “custodia de la colección existente del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala perteneciente al Estado”, cuyos objetos “conformarán el corazón de la colección del museo”.
3) La gestión y toma de decisiones del supuesto MUMA estaría principalmente en la Junta Directiva de la Fundación privada, cuyos estatutos corrientemente contemplan que su Junta Directiva se encuentre compuesta por siete (7) miembros del directorio.
4) Los aportes en forma de transferencias, concesiones y subsidios del gobierno, casi constituyen una cuestión de vida o muerte para la implementación, mantenimiento y funcionamiento de la propuesta del nuevo museo.
5) Casi una tercera parte de la propuesta contiene los planos arquitectónicos del edificio, según han dicho públicamente su iniciadores, existen los planos digitales y una maqueta de tres niveles sobre el suelo, que contará con sótanos con capacidad para 700 vehículos, galerías de exhibición, una biblioteca, dos auditorios con capacidad hasta para 600 personas, museo para niños, restaurante y bares, y un salón para recibir exposiciones invitadas. Se estima que la inversión podría aproximarse a US$ 50 millones en la construcción y US$ 25 millones para el equipamiento.
6) Cuatro grupos de profesionales participan de la propuesta: Harry Gugger Studio, de origen suizo, han sido los encargados del diseño arquitectónico, contando con experiencia internacional en la materia. Se contará con la contribución lateral de la firma interdisciplinaria de origen estadounidense Over, Under; más la experiencia local de la firma Seis Arquitectos: Rodolfo Solares, Carlos Lara, Ernesto Porras, Rafael Tinoco, Raúl Minondo y Peter Giesemann; así como Sismoconsult.
El MUMA es un proyecto empresarial que echa mano del patrimonio cultural, arqueológico y natural de Guatemala, y de la antiquísima práctica de coleccionistas privados que fueron formando sus pequeños o grandes colecciones a través de la compra de objetos con valor artístico y cultural, y lo pone a disposición del turismo y las inversiones extranjeras. Por lo regular las colecciones privada han alentado la acción del saqueo, el mercado ilícito de bienes arqueológicos, y el consecuente deterioro irreversible de los sitios, no solo en Guatemala sino en cualquier parte del mundo colonizado.
¿Quiénes son los impulsores?
Es una iniciativa o una idea cuyo principiar intelectual y promotor en Guatemala es Fernando Paiz Andrade y su familia. Formalmente, el proyecto Museo Maya de América fue preparado y publicado por la Fundación La Ruta Maya, legalizada en Guatemala en el 2007, siendo subsidiaria de La Ruta Maya Conservation Foundation, una entidad filantrópica de Estados Unidos fundada en octubre de 1990 bajo las leyes de Virginia por Wilbur Garrett, editor retirado de la revista National Geographic Magazine.
Actualmente, el Consorcio Paiz y el grupo original “La Fragua” que se constituyó y que después se reestructuró al asociarse la Familia Paiz Andrade con Walmart para México y Centroamérica, es uno de los grupos económicos más poderosos de Guatemala y la región, considerados en Guatemala como el símil de lo que es la familia Poma en El Salvador.
Tienen sus mayores intereses en la red de supermercados que llevan su nombre así como en tiendas más populares o pequeñas como la Despensa Familiar y Maxi Despensas, y otros formatos como ClubCo. El consorcio Paiz también posee intereses en el Citibank -luego que el Banco Cuscatlán y el Banco UNO fueran absorbidos por aquel-, así como en la Bolsa de Valores Nacional. La alianza con la cadena comercial de Estados Unidos Walmart, ocurrida en 2005, expandió y fortaleció sus negocios en la región.
Además, cuenta con inversiones en centros comerciales en El Salvador y Honduras, en donde se alió con grupos importantes de capital de esos países. Participan en la Compañía Desarrolladora Ferroviaria, S.A. (Ferrovías de Guatemala), afiliada a Raildoad Development Corporation (RDC), y tiene un contrato con el gobierno para la administración de Ferrocarriles de Guatemala (FEGUA).
El hermano menor de la familia es Fernando Paiz Andrade, que además de coleccionista de piezas prehispánicas y promotor de la cultura y el conservacionismo a través de fundaciones privadas, es un empresario en la rama de la hotelería, la agroindustria y la energía en Centroamérica. Ha sido Presidente de varios grupos como la empresa agrícola Melonicsa en Nicaragua –productora y procesadora de arroz–, tiene la franquicia de los hoteles Hyatt Place para Centroamérica, socio de la planta Frozen Fruit S.A. en León-Nicaragua, ex Presidente de Walmart, y dentro del campo energético, recientemente compró junto a inversionistas mexicanos, la concesión de la empresa eléctrica nacional de Nicaragua, de la planta Geotermia de Momotombo, a un grupo privado israelita. Es presidente de Servicios para Centrales S.A. que, conjuntamente con el grupo colombiano Inversiones Conconcreto, desarrollaron y construyeron la Central de Transferencias del Norte, más conocido como Centra Norte, la primera terminal privada de buses que se combina con centro comercial, inaugurado en noviembre de 2012.
Parte de la lógica de expansión de este tipo de corporaciones familiares, la formación de fundaciones con fines filantrópicos, ante todo en el ámbito artístico, educativo y cultural. La única hermana de la familia Paíz Andrade, Isabel de Sierra, es presidenta de Fundación Paiz. La otra fundación Sergio Paiz Andrade, con énfasis en el ámbito educativo.
Si algo en común tienen estas fundaciones es que se definen como no lucrativas por su carácter filantrópico, aunque su propósito, además de orientar los gustos y atracciones en el ámbito de la cultura y el arte, es promover el “turismo corporativo” y la industria cultural que exige complejos hoteleros, aeropuertos, carreteras y transporte. La sostenibilidad e integración de estas fundaciones se basa en sus benefactores/as, que pueden ser personas nacionales o extranjeras, Embajadas, príncipes, bancos, universidades, capital nacional y transnacional. En la página web de la fundación PACUNAM claramente se identifica a los donantes financieros: Cementos Progreso, Walmart México y Centroamérica, Banco Industrial, Fundación Pantaleón, Cervecería Centroamericana, Citibank, Grupo de Occidente, Cofiño Stahl, Ingenio Madre Tierra, Samsumg, Claro, DISAGRO, Blue Oil, Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco. Por su parte, la Fundación La Ruta Maya entre sus benefactores, entre otros, cuenta con Kim Martindale & LA Art Show (California), Arthur Dunkelman & TheJay I. Kislak Foundation (Miami Lakes, Florida, USA), Banco Santander International (Florida, USA), Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA) de El Salvador, Fundación Empresarial para el Desarrollo de El Salvador (FUNDEMAS), y entre sus colaboradoras concurren las esposas de los empresarios aglutinadas en el Comité de Damas del Club Rotario.
Asociación entre empresarios y gobierno
La premura con la que los promotores del MUMA han pretendido implementar la iniciativa, explica en parte por qué la propaganda buscaba incentivar el orgullo nacional entre los ciudadanos y los especialistas, sobre lo que llamaron el “primer museo maya de talla mundial”. Plataforma Arquitectura decía que el edificio estaría listo en el año 2017. Efectivamente, el INGUAT y el recién defenestrado Presidente de la República, Otto Pérez Molina, apresuraron los pasos desde mediados de 2014 con el propósito de eliminar los candados legales que disponían que la concesión que en 1973, el entonces Presidente de la República, coronel Carlos Manuel Arana Osorio (1970-1974), dio del predio al Mercado de Artesanías, se mantenía vigente únicamente sí se usaba con esos propósitos. Al liberar esa disposición, el INGUAT podía trasladar el mercado y ceder en usufructo por un determinado número de años, ese terreno a la Fundación del Museo Maya de América.
El 22 de agosto de 2014, una semana antes que el mandatario firmara el Acuerdo Gubernativo 285-2015, Fernando Paiz Andrade, Presidente de la Fundación Museo Maya de América, por medio de una carta ofreció al entonces Ministro de Cultura y Deportes, Carlos Batzín…
…arrendarle el espacio que éste requiera para ubicar el Museo Nacional de Arqueología y Etnología (MUNAE) dentro del edificio del Museo Maya de América que la Fundación tiene proyectado construir en la zona 13 de la ciudad de Guatemala, en el inmueble que actualmente ocupa el Mercado de Artesanías
Bajo la administración de politólogo Carlos Batzín –miembro y ex candidato a diputado del PP–, siendo Ministro de Cultura no se pronunció públicamente al respecto. Esta nueva administración, el futbolista Dwight Anthony Pezzarossi García, y como nuevo Viceministro de Patrimonio Cultural y Natural, el arquitecto Juan Pablo Rosales Tinoco , concedió públicamente apoyo explicito al MUMA. En un programa televisivo en el Canal Guatevisión, el nuevo Viceministro manifestó que, pese a que no conocía de forma detallada el proyecto, consideraba que la colección nacional de piezas mayas que se encuentran en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología merecía un mejor lugar.
Una guerra de cartas
Fue Daniel Aquino, Director del Museo Nacional de Antropología y Etnología de Guatemala, el que primero se pronunció, el 10 de abril del 2013. Se dirigió a la Viceministra Rosa María Chan por escrito, presentando un análisis técnico y emitió opinión desfavorable del proyecto del nuevo museo, destacando los aspectos delicados y conflictivos de la iniciativa. Durante dos años, entre 2013 y 2015, la dirección y los trabajadores del Museo Nacional mantuvieron vigentes sus primeras apreciaciones, la vigilancia y una actividad proactiva con relación a todas las actividades asociadas a la iniciativa de la familia Paiz Andrade.
El abogado Emilio Sequén emitió un dictamen jurídico con relación a dos convenios marco de cooperación que habían sido propuestos por Fernando Paiz Andrade al Ministerio de Cultura y Deportes. Lamentablemente, el documento no tiene fecha pero en la parte sustantiva resuelve que…
“Resulta improcedente la suscripción de tales convenios” ya que tienen como finalidad encargarse de servicios culturales que por ley le compete al Organismo Ejecutivo a través del Ministerio de Cultura, que cuenta con la infraestructura administrativa y técnica para implementar los servicios de información, educación y desarrollo de las funciones de protección, conservación del patrimonio cultural y las acciones de prevención del tráfico ilícito y rescate de los bienes culturales.
El 10 de febrero de 2014, los arqueólogos Oswaldo Chinchilla y Bárbara Arroyo –después de acudir a una reunión convocada por Paiz Andrade–, escribieron un documento de cuatro hojas en forma de carta. Los dos arqueólogos han sido profesores de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) y son reconocidos en el medio académico internacional.
Chinchilla también es profesor en la Universidad de Yale, fue curador del museo Popol Vuh de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) y ha sido Director del Proyecto Arqueológico Cotzumalguapa, que entre otros excavó el sitio El Baúl. Bárbara Arroyo por su parte, actualmente trabaja en el Proyecto Nacional Kaminal Juyú, es catedrática de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) y miembro del Consejo Técnico de Arqueología.
El propósito de ambos arqueólogos dice la carta, es tratar de “encauzar” la iniciativa. Pero también puede ser interpretada como una aguda crítica o una necesidad condicionada por parámetros de orden científico. Inician manifestando su preocupación que un proyecto de tal envergadura que se propone albergar, exhibir y conservar el patrimonio del Museo Nacional de Arqueología y Etnología del país, resulte asociado “con el saqueo salvaje e irremediable del patrimonio arqueológico de Guatemala”.
Paiz Andrade, por su parte, respondió mediante una carta de cuatro hojas. Aduce que es el “único” que promueve la repatriación de piezas arqueológicas para lo cual no existe ni legislación ni directrices en la Dirección del Patrimonio. Paiz Andrade admite la compra en el extranjero de piezas valiosas, siendo él el principal referente para recibir donaciones de terceros como lo han hecho turistas, coleccionistas, un electricista, un ama de casa o un guardia de seguridad, en las que no ha mediado dinero o cualquier otra recompensa.
Hasta el momento el proyecto continúa en impasse.
Enfoque 38 Actores, Intereses y Argumentos en Juego en El Museo Maya de América by CMI-Extras